«La EHE ha dejado un 25 % menos de terneros en 2024»

La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) sigue siendo una de las grandes preocupaciones de los ganaderos, como ayer volvió a quedar claro en la jornada profesional organizada por la Alianza UPA-COAG, en colaboración con Cobadu. Tras un verano donde apenas se han registrado casos, la duda está ahora en la nueva vacuna. «¿Será segura? ¿Abortarán mis vacas? ¿Los machos quedará estériles? ¿Y quién la paga? ¿Va a ser obligatoria?», son ahora las preguntas más habituales entre los ganaderos, como apuntó la veterinaria Flor Linares, responsable del sector del vacuno de Cobadu. «La gran pregunta que nos hacemos todos es si la innumidad será de por vida, aunque no hay ningún estudio científico y todo lo que sabemos hasta ahora es lo que se ha visto en otros países», aseguró durante su intervención en Salamaq.

Aunque los casos de EHE este verano están siendo muy escasos, al menos en la provincia salmantina, Linares explicó que el mayor problema ahora está en las secuelas que dejó la enfermedad. «Se habla de un 25% menos de terneros en 2024», destacó entre las otras consecuencias que ha provocado, como son importantes pérdidas económicas y el desgaste psicológico de los ganaderos, animales improductivos, aumento de la mortalidad y los abortos...

En este sentido, insistió en que todavía queda mucho trabajo por hacer en cuanto a la recopilación de «datos reales» de muertes, abortos y animales tratados para trasladarlos al Ministerio. «Sus datos no coinciden con los datos reales. Hablan de una mortalidad del 0,3-0,5 % y una morbilidad del 5-8 %, cuando en el campo hemos visto una morbilidad del 20-80 % y una mortalidad del 2-6 %, según explotaciones», explicó Flor Linares.

También los representes de UPA, Pedro de Arriba, y de COAG, Herminio Mangas, destacaron la incidencia que tuvo la EHE el pasado año y la «calma tensa» del sector ante la incertidumbre por el tiempo que durará la inmunidad y la efectividad de la nueva vacuna.

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