Lo urgente, lo importante, el glifosato y Vox

Primer asunto: temas de fondo. Lo he escrito en más ocasiones, pero toca repetirlo: muchas veces, como ahora, estamos ocupados en lo más inmediato y dejamos pasar sin conceder mucha importancia lo que es muy importante, pero no urgente. Es verdad que ahora preocupa la mala cosecha; si se siega, o no, porque no compensa; la peritación de los daños por parte de Agroseguro en el caso de los que hayan suscrito cualquier seguro; los costes de producción; los precios de los cereales; las cotizaciones y la evolución de los mercados ganaderos; la sequía y la falta de agua y, en definitiva, la escasa rentabilidad de las explotaciones. Es verdad que ahora es importante salvar estos escollos a corto plazo y que no vengan con milongas. Pero también es verdad que en Bruselas se presentaron la semana pasada una serie de propuestas que tienen un gran calado y mucha relevancia de cara al futuro del campo de la UE, incluido el español. En esta misma página se puede encontrar una amplia información al respecto. Pero quiero insistir en que es muy importante prestar atención a estos asuntos de fondo, que tienen un largo recorrido, porque reflejan las tesis dominantes en Bruselas y porque más pronto que tarde algunas de ellas van a salir adelante y afectarán de lleno a las explotaciones.

Segundo asunto: el glifosato Y, entre todas estas nuevas preocupaciones, hay una noticia menos mala, que tiene su origen también en la capital comunitaria. Se trata del glifosato, el pesticida de más uso. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) considera que este producto no presenta suficientes riesgos como para prohibir su utilización en la UE. En consecuencia, ahora podrán reanudarse las conversaciones entre la Comisión Europea y los Estados miembros para decidir una prórroga de su autorización, porque la vigente actualmente expira a finales de este año. Desde ciertos sectores se acusa al glifosato de ser potencialmente cancerígeno. Pero estas conclusiones de la AESA abren la puerta a la renovación de esa autorización para seguir usando el herbicida. No obstante, no se trata de algo fácil a la vista de la dimensión política y mediática que rodea a esta decisión.

Tercer asunto: algunas promesas electorales. Se han despachado los de Vox diciendo en su programa electoral que van a poner aranceles a las importaciones de productos agrarios de Marruecos. Y eso estaría muy bien si no fuese porque España no tiene capacidad para adoptar esa medida, ya que se trata de una competencia de la Unión Europea y, por lo tanto, la debe gestionar la Comisión Europea. En estos momentos está vigente un Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos que se debe cumplir. Habrá que aguantarse con las promesas electorales de difícil cumplimiento; pero hay otras que directamente son imposibles de respetar, como la citada anteriormente. Por eso, no deben hacerse.