Los cereales, pendientes del Mar Negro
Esta semana y la que vienen van a ser claves en la evolución del mercado de cereales. Coinciden justo con el periodo de siega en Salamanca de los trigos, cebadas, avena y centeno, en aquellas parcelas en las que finalmente entren las cosechadoras. De aquí al día 18, es decir, dentro de dos semanas exactas, se sabrá si se prorroga, o no, el acuerdo para exportar cereales producidos en Ucrania a través de los puertos del Mar Negro. Se trata de un acuerdo suscrito por este país y Rusia con Turquía y la ONU de intermediarios. Si este pacto continúa, nos encontraremos con un escenario parecido al actual en el mercado mundial; por el contrario, si no se renueva, la situación será completamente diferente y habría que esperar subidas en las principales plazas internacionales, como Chicago y París, que terminarían trasladándose, más tarde o temprano, a las lonjas españolas. Evidentemente todo ello tendrá importantes repercusiones para los agricultores y los ganaderos.
Y, ¿qué es lo que puede pasar? Pues tal y como están las cosas ahora mismo, no parece que vaya a haber prórroga. O al menos eso es lo que dicen las autoridades rusas, que se quejan un día sí y otro también, de que la segunda parte del pacto, la que hace referencia a sus exportaciones de cereales y también de fertilizantes, no se está cumpliendo. Insisten desde Moscú en que no van a «tragar» una vez más. Y así es como están las cosas, cuando se ha entrado ya en la recta final de las negociaciones, durante las que los diferentes actores se mandan mensajes continuamente. A fecha de hoy, la verdad es que resulta imposible saber lo que va a pasar. En conclusión, que entramos en un periodo de mucha volatilidad en los precios, y acertar lo que va a suceder es una lotería.
La semana pasada, por ejemplo, ya hubo mucha volatilidad en las cotizaciones en París y en Chicago, tanto en trigo como en maíz, especialmente en el primero de estos cereales. Al final ambos cerraron con importantes recortes en comparativa semanal. En España, el panorama anda muy revuelto y ello ha llevado a que algunas lonjas, como la de Salamanca, no hayan fijado precios para la mercancía de nueva cosecha. En otras, como en Zaragoza, ayer se registraron importantes caídas en línea con lo sucedido en el exterior. Y eso a pesar de que la cosecha aquí va a ser muy mala y la oferta nacional escasa. No obstante, hay mucha mercancía en los puertos procedentes del exterior y a precios muy competitivos. Este es el panorama, cuando se generalizan las siegas en el campo salmantino, que sí tiene muy clara una cosa: ha sido la campaña con los gastos de producción más caros de toda la historia.