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Jueves, 15 de agosto 2024, 17:09
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La cosecha de cereales llega a su fin en Salamanca a falta de los garbanzos y también de terminar de empacar la paja y con preocupación por la reducción de superficie destinada a cebada en la provincia de Salamanca. En concreto, este año se han sembrado 27.139,76 hectáreas, cuando hace un año fueron 31.541; en 2022, 36.965 y se superaron las 38.000 tanto en 2021 (38.649), como en 2020 (38.005 hectáreas). Uno de los motivos a los que apuntan los agricultores para esta reducción de superficie es el precio: en relación con el del trigo, el de la cebada es inferior. Así, en la Lonja Agropecuaria de Salamanca el trigo cotiza a 212 euros/tonelada, y la cebada, a 193. La diferencia entre uno y otro se ha incrementado en los últimos años. Así, en el mes de agosto, en los años 2015 y 2016 entre el trigo y la cebada había 5 y 6 euros/tonelada de diferencia, respectivamente y, en cambio, a mediados de agosto de 2023 fueron 25; y en 2022 en este mismo periodo, 24.
Con el cereal guardado o vendido y con una cosecha irregular, la preocupación ahora está en el girasol y el temor a que las altas temperaturas reduzcan su producción cuando empiece a cosecharse en septiembre en lo que apunta a ser la campaña más larga por las siembras tardías debido a resiembras en la mayoría de los casos por el ataque de rosca o rosquilla.
Para Ricardo Miguel, de Villoruela, que se dedica a cosechar, la campaña ha sido «muy mala» en su zona, que es Peñaranda y LasVillas. «Esperaban que saliera mucho y al final ha sido muy poco de todo. Trigos que parecían muy buenos han dado 2.000 kilos por hectárea: han dado mucha paja y por eso parecían buenos trigos. En cebada ha pasado un poco lo mismo con la producción: ha sido mala, con 2.000-2.500 kilos por hectárea y eso que la zona de Peñaranda es buena y lo normal es que den entre 3.000 y 4.000 kilos por hectárea», señaló. Él cree que ha influido que debido a las lluvias algunos agricultores no pudieran entrar a tratar las tierras y esas malas hierbas hayan tenido gran influencia en la pérdida de producción final.
En su avance de cosecha, la Junta preveía rendimientos medios en Salamanca de 3.963 kilos por hectárea en trigo; de 3.809, en cebada; de 3.137, en avena, y de 2.677, en centeno. En total la producción esperada era de 431.687 toneladas de trigo, cebada, avena, centeno y triticale, en 114.352 hectáreas.
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