Ni patata ni cebolla: los dos curiosos ingredientes para que la crema de calabaza tenga un sabor único

Las cremas resultan ser una opción ideal para combatir el frío del invierno. Con el regreso a escena de las bajas temperaturas y, por ende, del frío, de las lluvias intensas y de incluso la nieve, son muchas las personas que planifican su menú semanal basado en comidas de puchero o que sienten bien al estómago y al paladar.

Caracterizada por aportar unos buenos nutrientes y por ser uno de los platos más fáciles de elaborar en esta época, capaz de solucionar comidas y cenas, la crema de calabaza se convierte en una opción perfecta.

Pero este plato todavía puede ser más sabroso si le echas los ingredientes estrella y, cuando hablamos de ellos, no nos referimos a la patata o a la cebolla, habituales en otros muchos potajes o platos calientes.

Y es que, junto a los muchos ingredientes que tenemos que tener a mano para meternos entre fogones y empezar a preparar una deliciosa crema de calabaza, tenemos que tener naranja y jengibre.

A este truco estrella, hay que sumarle también el hecho de que, cuando se está elaborando, la calabaza que tenemos que vertir tiene que estar ya pelada, cortada y envasada al vacío.