Olvídate de las bolsas al vacío y del zumo de limón: el truco definitivo para conservar los aguacates abiertos

Con el final del verano ya consumado, muchas son las personas que han comenzado el otoño con el propósito de bajar de peso tras haber disfrutado de una época en la que la gente suele darse algún que otro capricho. Lo hacen 'diseñando' una dieta completa y saludable y buscando los que son los alimentos más recomendables para no saltársela con facilidad. Y, en medio de la lista de ingredientes que no pueden faltar en nuestra nevera, figura una fruta cremosa y suave a la vez, la cual, además, puede adaptarse a varias recetas: el aguacate.

Tras unos años consumidos por la fiebre viral que ha generado este fruto, el aguacate se ha convertido en un ingrediente clave para la gente más sana. Y es que puede echarse en ensaladas, tostas e incluso platos libres de grasas, con mucha proteína y muchas vitaminas. Esta fruta, que aporta minerales como el potasio, es muy útil y, por ello, mucha gente se pregunta cómo puede conservarla una vez comprada en su nevera sin que llegue a estropearse a los pocos días.

Y es que, al igual que sucede con otras frutas, el aguacate empieza a tomar un tono oscuro cuando comienza a ponerse pocho, siendo algo que se da una vez que se corta, lo cual deriva en que su sabor sea peor y en que su textura sea más desagradable. Pero, para evitar esto, existe un truco que debemos seguir al pie de la letra y no es el típico de usar papel film, meterlo en una bolsa de plástico al vacío o vertirle una capa de zumo de limón para que se cree una capa protectora.

Para almacenar los aguacates de forma correcta en nuestro frigorífico, lo único que tenemos que hacer es usar aceite de oliva. Este ingrediente, lleno de propiedades nutricionales, el cual hace una función similar a la del limón, ha de añadirse en un plato con una capa muy fina, sobre la que deberá ponerse el aguacate boca abajo. Una vez seguido este truco, seguro que conseguirás que este fruto luzca fresco y sin sequedad en tu nevera.