7 consejos que debes seguir para que el calor no te afecte en tu casa

Aunque parezca lo más obvio nunca se nos puede olvidar. Es fundamental en los días de verano proteger la casa durante las horas más calurosas. Para ello debemos mantener las ventanas cerradas durante este tiempo y si es posible utilizar protecciones para el sol, como las persianas, toldos, etc.

Durante las horas más frescas del día, hay que abrir la casa y dejar que ese frescor exterior penetre en la vivienda. Ya sea por la noche o en las primeras horas de la mañana, esto hará que el interior se mantenga a menor temperatura el resto del día.

El nombre de la luz que dan este tipo de aparatos no es por nada. El uso de bombillas de bajo consumo nos ayudará mucho a la hora de mantener nuestras casas más frescas, ya que emiten mucho menos calor que las bombillas tradicionales a la vez que nos ayudan en la factura de la luz.

Las plantas entre muchos de sus beneficios, actúan como una forma excelente de absorber el calor y reducir la sensación térmica. Lo recomendado es regarlas a la noche y si nos es posible comprar plantas trepadoras para más aislamiento.

Esta práctica es muy habitual en los lugares más calurosos de España, dónde prácticamente la totalidad de las casas son blancas para repeler los rayos de sol. No hace falta que pintes tu vivienda completamente de blanco o hables con el presidente de la comunidad de tu edificio para que haga lo propio en la construcción, basta con que el mismo interior de tu casa este llena de objetos o paredes con colores claros.

Refrescar el suelo de nuestros balcones, terrazas o jardines hará que el frescor del ambiente de nuestro hogar se vea elevado.

Los distintos aparatos electrónicos que tenemos en casa desprenden calor cuando los tenemos encendidos, algo que aumentará más si cabe la temperatura del hogar. Para que esto no nos afecte debemos apagarlos por completo cuando estos no estén siendo usados.