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Imagen de Conrado Abad dando un pase de pecho, que ha presidido su velatorio. @carnavaldeltoro
La última (y romántica) voluntad de Conrado

La última (y romántica) voluntad de Conrado

Ciudad Rodrigo y el mundo del toro han despedido este lunes en la capilla de Cerralbo al 'eterno maletilla', fallecido a los 98 años de edad

La Gaceta

Ciudad Rodrigo

Lunes, 11 de noviembre 2024, 16:41

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Conrado Abad, el 'eterno' y último de los maletillas, fallecido la mediodía de este pasado sábado a los 98 años de edad, ha recibido en la jornada de este lunes su último adiós en la capilla de Cerralbo de Ciudad Rodrigo, localidad a la que llegó a principio de la década de los 60 tras abandonar su casa en Molezuelas de Carballeda (Zamora) con 16 años y probar fortuna en el toreo, sin éxito, por tierras de Andalucía; tras lo cual, decidió poner rumbo a Miróbriga para ganar, entre otras cosas, el prestigioso Bolsín Taurino en su edición de 1963.

Tras el funeral, en el que Miróbriga y su Carnaval, en particular, y el mundo del toro, en general, le han despedido, los restos mortales de Conrado han sido incinerados como era su voluntad.

La pregunta más repetida ahora es saber qué será de esas cenizas. Y, en este sentido, parece que era voluntad de Conrado, y que así se lo habría expresado ya en los últimos tiempos a su círculo de amistades más cercano, que sus restos fueran esparcidos entre Ciudad Rodrigo y Fuentes de Oñoro. Camino, especialmente por los arcenes de la vieja Nacional 620, que anduvo y desanduvo en tantísimas ocasiones no solo para acudir a las capeas a uno y otro lado de la Raya hispanolusa sino también como método de subsistencia, al transportar en su hatillo no sólo aquella muleta que le regaló Santiago Martín El Viti, y que siempre fue su bien más preciado, sino también los antes tan codiciados tabaco rubio y café.

Esta última voluntad está, sin duda, a la altura de su genuina historia. En el que abandonado el ansia ya no de triunfo sino de vestirse siquiera de luces siguió fiel a una manera de entender la vida y el toro que han desparecido con él. Los pajares de las casas ganaderas, la furgoneta de 'Carranchas' y los carreteras que conducen a los pueblos en fiestas ya no verán nunca más al malelitlla, en su más romántico y estricto sentido de la palabra. Conrado se lo ha llevado con él.

La última ovación

Una vez concluido el funeral, Conrado se ha llevado una última ovación de Ciudad Rodrigo a la salida de la capilla de Cerralbo. En ella han participado, entre otros, el alcalde Marcos Iglesias, los concejales encargados de las labores de preparación y desarrollo del Carnaval del Toro, Ramón Sastre y Víctor Gómez, y también los matadores de toros Jorge Manrique y José Ramón Martín.

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