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Los de Vellosino se derretían embistiendo. Un derroche de bondad cogida con alfileres porque le costaba un mundo sostener tal derroche de calidad. Perera le firmó una faena milimétrica, precisa y concisa al que abrió plaza, con el que estuvo impecable con la izquierda, por el tiempo, el pulso, el mimo y el temple exquisito con el que lo trató para lograr mantenerlo en pie y saborear tan soberbio trago de almíbar. Un punto más intensidad mostró el de Cayetano que subió un gramo el decibelio de la casta, mayor transmisión, repetición y codicia sin alardes mayores. Cayetano no tiene el poder ni el don del temple de Perera, aún así fue todo disposición.
Esto y lo de Perera lo aunó Paco Ureña en un maravilloso trasteo. Por la pasión, por el arrebato, por el sentido, por el temple, por el gusto y por todo cuanto le hizo a un astado que ni fue tan feble como el primero ni tampoco tenía ese picante del segundo. El de Lorca se arrebató con él en un precioso y original quite por delantales con el compás abierto. Y luego se lanzó a lo grande con la muleta. Le cogió rápido el pulso, le metió en faena y lo gozó a lo grande. Por lo bien que tiró siempre de él, por lo largo que lo llevó, lo ceñido que se lo pasó y por la variedad que le imprimió en las suertes de entrada y salida de las series. El conjunto tuvo armonía, pasión, entrega, arrebato, contenido a veces e incontenido otras. Gozó la dulzura del Vellosino y firmó la obra más sentinda y rotunda de todo el Carnaval, en el que debutaba y del que salió con la fantástica imagen de torero en sazón, maduro y cuajado.
Samuel Navalón fue todo entrega desde que se abrió de capa, en un lance con las dos rodillas en tierra, se llevó un pitonazo en la cara. Con la muleta no escatimó nada en una obra de buen concepto, de asiento y de largo trazo ante otro novillo fantástico. Le pidieron el rabo y a esas horas el palco se puso estupendo.
Se lidiaron 4 novillos de Vellosino, de muy pobre presencia y escasa fortaleza que sin embargo embistió con sobresaliente calidad y nobleza.
Miguel Ángel Perera
Dos orejas
Cayetano
Dos orejas
Paco Ureña
Dos orejas
Samuel Navalón
De Ayora (Valencia). Triunfador del Bolsín Taurino Mirobrigense
Dos orejas
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