Borrar
Derechazo de López Chaves a ‘Burreco’ su primer toro de Pedraza de Yeltes ayer en Las Ventas en el undécimo festejo de la feria de San Isidro. AGENCIAS
Entrega sin premio de López Chaves en Las Ventas

Entrega sin premio de López Chaves en Las Ventas

El torero, se topó con un noble pero apagado lote de Pedraza de Yeltes

Jueves, 19 de mayo 2022, 13:45

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Otros dos toros con opciones de triunfo, de la notable lista que ya ha generado San Isidro en once tardes, salieron al ruedo de Las Ventas en una corrida del hierro de Pedraza de Yeltes que transcurrió plomiza y sin resultados artísticos destacables. De hecho, con el calor bochornoso que dominó la tarde y la medida respuesta del público, que cubrió algo más de la mitad del aforo, las escenas de ayer en Las Ventas recordaban, más que a la feria de San Isidro, a las típicas corridas de verano, en una sensación que se acrecentaba también por la composición del cartel. Pero, dado que estamos en la cita más importante de la temporada taurina, hay que reseñar que esos dos toros de Pedraza ofrecieron a sus respectivos lidiadores la posibilidad de alcanzar un triunfo resonante que, finalmente, no llegaron a concretar.

El primero de los destacados abrió el lote de Javier Cortés, aunque el desabrido comportamiento del animal en los primeros tercios no hiciera sospechar el buen fondo que terminó sacando en la muleta.

El diestro madrileño, que entró en el cartel en sustitución del lesionado Carretero tras cortar una oreja en su anterior actuación, toreó a éste con mucho más temple y reposo que al de aquella tarde en dos tandas con la mano derecha y, especialmente, una de naturales en los medios de la plaza.

Pero a partir de ese momento se empezaron a producir ciertos desacoples que hicieron caer una faena que, además, Cortés alargó sin mucho sentido, difuminando las expectantes ovaciones que sonaron antes.

Inmediatamente después salió el otro “pedraza” notable, este en el lote de Jesús Enrique Colombo, que aprovechó su buena condición para banderillearlo con un estilo espectacular aunque con desigual ajuste en los embroques.

Consciente de lo que le ofrecía el castaño, le abrió también en los medios un trasteo muy ligado, aprovechando la inercia y el empuje de las primeras embestidas, pero también marcado por cierta ligereza y por la brevedad de las tandas, de apenas tres pases y el de pecho, lo que no contribuyó ni a que lo macizara ni a que el público se le entregara.

El resto de la corrida, con astados de feas hechuras y un escaso depósito de raza, tuvo muy poca historia, salvo la manera en que el salmantino López Chaves intentó mejorar, con paciencia y oficio pero sin éxito, la sosa nobleza de sus dos toros, así como el empeño vano de Cortés con el quinto y el percance, sin aparentes consecuencias, sufrido por Colombo al intentar banderillear al manso sexto.

López Chaves: “Sigo con la espina de Madrid”

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios