Secciones
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
«Con mucho sentido», con esa simple frase Damián Castaño resumía sin hacer daño el verdadero peligro de la emocionante y salvaje a la vez embestida de Argelón, el tremendo sobrero de Dolores Aguirre con el que dio un paso de gigante en Bilbao. Fue mucho más que la oreja que paseó, fue más el mérito y también la reivindicación de quien pide paso a gritos en ese circuito en el que la mayoría se ahoga o que realmente son devorados por una exigencia brutal.
Ese «sentido» del que hablaba Damián Castaño entre barreras del coso de Vista Alegre aludía al pitón derecho: «No pasaba o pasaba muy poquito, por el izquierdo pasaba también casi nada». Y ahí ratificaba la apuesta sincera que hizo pese a tener encima la dificultad y saber que se iba a enfrentar a ella: «Lo he dejado crudo en el caballo en busca de esa apuesta que por fortuna ha salido bien». El torero pidió que le cortaran la cabeza al toro de Dolores Aguirre para disecarla. Tendrá que ampliar las puertas de su casa para poder guardarla. «Estoy muy feliz, me hacía mucha falta, tenía mucha rabia porque no había salido las cosas bien en mi primer toro y me he podido desquitar. Gracias a ese sobrero ha llegado este nuevo empujón, sabía que el otro, con tan poca fuerza no me iba a ayudar». Con el sobrero sintió la pasión de Bilbao: «Ver los tendidos de la plaza de Bilbao en pie ha sido tremendo».
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.