El reincidente de Ciudad Jardín evita la cárcel con una multa mínima por acercarse a la antigua residencia de San Juan de Dios

El Juzgado de lo Penal número Uno de Salamanca ha acogido la conformidad entre las partes en el juicio contra M.N. y R.E., dos indigentes reincidentes que estaban acusados de quebrantar la orden de alejamiento que pesaba sobre la antigua residencia universitaria San Juan de Dios, en la avenida de la Merced, en Ciudad Jardín. Ambos han aceptado la pena mínima por el delito de quebrantamiento: una multa, según fuentes del caso, que será simbólica, teniendo en cuenta su falta de recursos.

La acusación inicial del Ministerio Fiscal pedía para cada uno 5.400 euros de multa -18 meses con una cuota diaria de 10 euros-, con la advertencia de que, en caso de impago, la pena se sustituiría por prisión.

M.N., conocido por su amplio historial delictivo en la ciudad y sus múltiples altercados en el edificio -hoy ya derribado-, había sido detenido en enero tras volver a entrar en el inmueble pese a la orden expresa de alejamiento impuesta tras un violento episodio anterior. En los calabozos llegó a autolesionarse y a lanzar amenazas como: «Voy a matar al primero que pille cuando salga».

En su declaración ante el juez, justificó su presencia en el edificio diciendo que «tenía que dormir en algún sitio» y pidió «que se pongan en su lugar», restando importancia a su actitud hostil. Pese a su reincidencia, la Fiscalía ha aceptado una conformidad con la pena mínima, que previsiblemente no podrán abonar y acabará convirtiéndose en prisión subsidiaria.