Dos gendarmes condenados por entrar en Salamanca en un furgón con explosivos

Según informan fuentes del caso a LA GACETA, la Audiencia Provincial de Salamanca había señalado para este lunes el juicio contra los dos gendarmes, J.A.M. y P.C.P., pero la conformidad alcanzada recientemente entre las partes evitará su celebración al haber aceptado cada uno dos años de prisión y el comiso y destino legal de todos los materiales incautados por un delito de tenencia y transporte de sustancias o aparatos explosivos, inflamables, incendiarios o asfixiantes.

El acuerdo, ya firmado tras haberse mostrado conformes los acusados con las penas, ha sido posible gracias a la rebaja efectuada por el fiscal, en aplicación de la atenuante de dilaciones indebidas.

Según informan las citadas fuentes, los dos gendarmes, ambos en activo por aquel entonces, acordaron con un socio portugués la constitución de una sociedad para la formación y cohesión de grupos, así como la organización de actividades extremas y sensibilización contra el terrorismo.

Con tal objetivo y para la preparación de esos cursos, cogieron de la Gendarmería francesa diversos materiales explosivos de gran peligrosidad, granadas y rifles entre ellos.

En el verano de 2017 y cuando se encontraban de vacaciones, introdujeron todo el material en una furgoneta y lo transportaron a Portugal, pero una vez allí no llegaron a buen término con su socio luso, que además de dinero tenía que aportar el terreno para los entrenamientos, de manera que ante la situación decidieron llevarse el cargamento de explosivos de vuelta a su país con el fin de reintegrarlo. Para ello se valieron de un bombero francés, que no sabía nada de todo lo anterior, para que les prestara su furgoneta y se turnara conduciendo con ellos en el largo viaje de vuelta a su país.

A punto de entrar en la provincia de Salamanca, con el vehículo cargado de material explosivo, recibieron el alto de la Guardia Civil, que estaba realizando un control rutinario.

Fue entonces cuando los agentes se encontraron con la gran sorpresa: la furgoneta iba repleta de armamento robado. En el registro del vehículo hallaron oculto en uno de los compartimentos cerca de medio centenar de armas, según se informó entonces, algunas de ellas catalogadas como armamento de guerra (determinadas como tales en las disposiciones reguladoras de la defensa nacional).

Inmediatamente los dos gendarmes fueron detenidos y tan solo unas horas más tarde ingresaron en la prisión de Topas ante el riesgo de fuga, mientras continuaban las investigaciones a cargo el Juzgado de Guardia de Ciudad Rodrigo, que decretó el secreto de sumario del caso.

Desde entonces nada se había vuelto a saber del asunto, aunque el procedimiento contra los dos gendarmes, J.A.M. y P.C.P., ha continuado hasta ahora y el juicio contra ambos había sido señalado para el próximo lunes en la Audiencia Provincial de Salamanca. Según informan fuentes del caso a LA GACETA, en ambos casos se ha alcanzado un acuerdo en la condena a imponer.