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SALAMANCA
Lunes, 26 de agosto 2024, 06:15
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Un vecino de Salamanca ha sido detenido tras ser acusado por su pareja sentimental de insultarla y vejarla a diario llegando a tirarle las tazas del desayuno mientras desayunaba y tomaba la medicación para la enfermedad que padece en el último episodio de malos tratos. Tras su arresto y puesta a disposición judicial, el varón negó rotundamente las acusaciones contra él, asegurando que él mismo le había dejado preparado el desayuno y las pastillas, porque además de su pareja es su cuidador, y que efectivamente se dirigió «malhumorado» hacia ella pero porque esta había cerrado las ventanas de la casa y había encendido el calefactor, pese a estar en plena ola de calor, porque tenía frío. Tras el interrogatorio judicial, el arrestado fue puesto en libertad sin medidas cautelares.
Fuentes del caso informan a LA GACETA de que la mujer interpuso denuncia el pasado día 16 tras el último enfrentamiento con el varón, su pareja de hecho. Aseguró que el día anterior, mientras estaba desayunando y tomando la medicación, él comenzó a insultarla y a decirle que no iba a hacer en la casa lo que le diera la gana: «Esta casa es mía», le espetó, pese a que, afirmó, la vivienda le pertenece a ella.
Añadió que, acto seguido, el varón le tiró las tazas del desayuno que estaba utilizando en ese momento, hechos que se repiten con frecuencia, «casi todos los días», porque a pesar de precisar de sus cuidados a causa de su enfermedad: «Es siempre una persona agresiva conmigo». Llegó a relatar que en una ocasión le había pegado en el cuello, en las rodillas y la había tirado al suelo. Dijo además que si no le ha denunciado ni ha acabado con la relación antes es «porque no podía», que ambos perciben una pensión de incapacidad y que ella paga la comida y la ropa del varón con el dinero de una herencia familiar y que este le dice «de forma obsesiva» lo que tiene que hacer con el dinero.
En su declaración judicial, el detenido manifestó que ese día a primera a hora, sobre las 07:30 horas, la mujer, con la que lleva unos seis años, cerró las ventanas de la casa y se puso a desayunar y se tomó las pastillas. Cuando él se levantó, la vio con un pijama de invierno y encendiendo el calefactor, por lo que «malhumorado» lo apagó y desconectó, tras lo que ella se abalanzó sobre él para recriminarle que lo hubiera apagado, asegurando que él solo había puesto las manos «para separarse de ella», nada más, y de una patada rompió la estufa a trozos. Acto seguido, dijo, ella se tiró al suelo y empezó a decir que él le había pegado y que iba a llamar a la Policía, pero que él en ningún momento la agredió.
012: teléfono de información a la mujer Castilla y León
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