«¡Os voy a dar de hostias a todos!»: se atrinchera en su celda tras una noche de broncas en Peñaranda

Un varón de 35 años ha acabado detenido en Peñaranda de Bracamonte tras protagonizar varios altercados en distintos puntos del municipio y también en dependencias policiales. La intervención acabó con el arrestado sedado en el calabozo, después de haber ofrecido una fuerte resistencia, proferido amenazas a clientes y agentes, además de arrancar parte de la estructura metálica del interior de su celda.

Según ha podido saber LA GACETA, todo comenzó en torno a las 20:00 horas de este domingo, cuando la Policía Local recibió una llamada alertando de que un individuo había accedido por la fuerza a una vivienda de la avenida de Salamanca, golpeando la puerta y fracturando un cristal. Al llegar al lugar, los agentes confirmaron que la vivienda estaba precintada por riesgo de derrumbe, además de que se trataba de un vecino conocido, J.L.S., comenzando entonces su búsqueda por la localidad.

Poco después, los agentes lograron localizarlo en un bar del centro, en evidente estado de embriaguez, profiriendo insultos y gritos. Ante la presencia policial, su reacción fue desafiante: se negó a abandonar el local y comenzó a lanzar amenazas como «iros a probar el coche nuevo y dejarme tranquilo bebiendo cerveza«, «más vale que os vayáis a detener a los ladrones que a mí mañana por la mañana se me pasa« o «os voy a dar de hostias a todos».

Ante su actitud agresiva y chulesca, los agentes lo sacaron del establecimiento e intentaron calmarlo, teniendo que irse por requerimiento del 112.

A las 21:00 horas, reciben una llamada de la central de emergencias informando de que el interior de otro establecimiento de la localidad se encontraba una persona molestando a camareros y clientes. Personados en el lugar junto con la patrulla de la Guardia Civil de la localidad, los agentes comprobaron que se trataba del mismo individuo.

De nuevo, los efectivos trataron de calmarlo, pero el varón mantuvo su violenta actitud, llegando a encararse con ellos, levantar los puños y lanzar golpes. Finalmente, pudo ser reducido y detenido, aunque no sin dificultades: se resistió activamente, lanzó patadas dentro del coche patrulla y llegó a autolesionarse, por lo que tuvo que ser trasladado al centro de salud antes de su ingreso en calabozos.

Lejos de calmarse, ya en el calabozo de Santa Marta de Tormes el individuo continuó con su actitud agresiva. Según el parte de los agentes, ignoró todas las indicaciones, comenzó a lanzar sus zapatillas contra la cámara de videovigilancia y, sobre la medianoche, consiguió arrancar una barra metálica de protección del marco de la puerta de su celda. Con ella en las manos, se atrincheró en el interior de la celda, golpeando paredes, azulejos, el timbre y la cámara.

Ante esta situación, la Guardia Civil solicitó la presencia de una unidad de intervención de la USECIC, cuyos agentes accedieron al calabozo protegidos y lograron reducir al detenido sin que se produjeran lesiones. Poco después, un equipo médico le administró un sedante para frenar su conducta alterada.

J.L.S. acumula una decena de antecedentes en su historial delictivo por delitos contra el patrimonio, lesiones y malos tratos en el ámbito familiar, entre otros.

La valoración de los daños ocasionados en la celda está pendiente de informe técnico, pero se estima que serán significativos. El arrestado se enfrenta a posibles cargos por atentado a agentes de la autoridad, resistencia, daños y alteración del orden público.

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