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Salamanca
Lunes, 26 de mayo 2025, 06:15
Una mujer se sentará este martes en el Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca acusada de protagonizar un episodio insólito de venganza doméstica ocurrido en plena Navidad de 2021 en una vivienda compartida del centro de la ciudad. Según el relato del Ministerio Fiscal, los hechos tuvieron lugar entre los días 27 y 31 de diciembre de ese año, cuando la acusada, de iniciales S.F., aprovechó que su compañera de piso se encontraba fuera (tras haberla denunciado por malos tratos, tanto a ella como a su pareja) para destrozar sus pertenencias personales y apropiarse de varias de ellas.
El ambiente en la casa era al parecer tenso, según se desprende del escrito de acusación de la Fiscalía, pero el conflicto estalló cuando la denunciante abandonó temporalmente la vivienda tras interponer la denuncia. En esos días, la ahora acusada desplegó una represalia que incluyó tijeras, maletas y un mensaje ofensivo. Primero, se dedicó a rasgar y cortar varias prendas de ropa de su compañera: vestidos, camisas, zapatos, bolsos e incluso ropa interior, todo ello con un valor estimado de 1.910 euros. Posteriormente, guardó los restos de la ropa destrozada en una maleta que dejó a la vista con un mensaje escrito a mano: «P***».
Pero la cosa no se quedó ahí. Además de causar los daños materiales, según el Ministerio Público, la acusada se apoderó de varios objetos personales de la víctima, como perfumes, más ropa, zapatos e incluso una cámara de fotos, por un valor tasado en otros 900 euros. Todo ello, sin el consentimiento de la propietaria y aprovechando que no se encontraba en la vivienda.
La Fiscalía solicita para S.F. una pena de diez meses de prisión por un delito de daños y otro de hurto, además de seis meses de multa con una cuota diaria de 8 euros (1.440 euros). También pide que indemnice a la víctima con casi 3.000 euros, sumando el importe de los daños y los objetos sustraídos.
El juicio ha sido señalado para este martes en Salamanca y pondrá sobre la mesa un caso poco habitual en los Juzgados salmantinos, donde las desavenencias personales dentro de viviendas compartidas acaban en ocasiones convertidas en procesos penales. En este caso, con ropa cortada, insultos escritos en maletas y perfumes desaparecidos, todo en el marco de una relación marcada por al denuncias cruzadas y un ambiente conflictivo.
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