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SALAMANCA
Jueves, 16 de mayo 2024, 12:20
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J.H.B., el ganadero acusado de dejar morir de hambre a decenas de ovejas y corderos en su explotación de Carrascal de Velambélez (en San Pedro del Valle, comarca de Ledesma) ha reconocido las acusaciones contra él y ha aceptado la conformidad entre las partes: un año de prisión y tres años de inhabilitación para ejercicio, oficio o comercio de animales, así como para su tenencia.
Así lo informan a LA GACETA fuentes del caso tras el acuerdo alcanzado en la mañana de este jueves y que ha acogido el Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca.
Según el relato de la Fiscalía, en el momento de los hechos J.H.B. era titular de la explotación ganadera de producción y reproducción de ovino situada en Carrascal de Velambélez, situada en las parcelas 13, 23, 24 y 25 del polígono 502.
El 28 de diciembre de 2022, la finca donde tenía en régimen extensivo (al aire libre) las ovejas, presentaba falta de pasto, escaso y casi inapreciable para alimentar a los animales, con los comederos totalmente vacíos de alimentos. Ese día, los agentes y el veterinario adscrito a la Junta encontraron desperdigados por la finca 35 ovejas muertas y 3 corderos, en distintas fases de descomposición. Algunos de los animales estaban parcialmente comidos por animales carroñeros. Además, en una nave del acusado aneja se hallaron 12 cadáveres de ovino en avanzado estado de descomposición y 68 muy delgadas. La tolva y los bebederos estaban vacíos y sin signo de haber tenido recientemente agua ni comida.
Además la nave no presentaba medidas higiénico-sanitarias, habiendo depositada también gran cantidad de lana de esquileo de los animales en primavera, contribuyendo así a la proliferación de parásitos como garrapatas y pulgas, así que se incrementaba aún más la situación deplorable de la explotación.
El 30 de diciembre de ese año, la situación era la misma, con cadáveres de animales apilados y sin retirar, además de otros cinco agonizando, uno de ellos con un cordero vivo recién nacido al lado.
En otras inspecciones realizadas en enero de 2023 se hallaron más cadáveres desparramados por la finca, algunos parcialmente devorados, ovejas moribundas y corderos muertos.
Precisa la Fiscalía que el acusado contaba con medidas para asistir a los animales, con un cobertizo donde había paja y forraje para alimentarlos, además de maquinaria agrícola, concretamente un tractor, para su traslado a los comederos.
Todo lo expuesto supone, a criterio del Ministerio Fiscal, una dejación voluntaria de los deberes básicos de alimentación y cuidado de los animales provocando una situación de agonía y sufrimiento del que fue consciente en todo momento dada la progresiva muerte de los mismos.
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