Nuevo revuelo en la cárcel de Topas: un recluso intenta fugarse

Abortado un intento de fuga en el Centro Penitenciario de Topas. Los hechos ocurrieron en la tarde de este jueves cuando el interno Y.M. intentó escapar del centro penitenciario saltando desde el patio del módulo 7.

Este módulo, uno de los más conflictivos de la prisión, alberga a internos multirreincidentes con comportamientos violentos, lo que exige una vigilancia constante y reforzada. Sin embargo, esta tarea resulta especialmente compleja debido a las carencias crónicas de personal que afectan al centro, según ha informado el sindicato ACAIP-UGT.

El intento de fuga sobre las 19:00 horas, que apenas duró unos minutos, fue rápidamente detectado por los trabajadores del centro, quienes lograron interceptar al interno antes de que alcanzara su objetivo. Durante el incidente, el reo sufrió heridas leves provocadas por las concertinas instaladas como medida de seguridad disuasoria, por lo que fue trasladado al hospital para su evaluación médica.

Este suceso se produce apenas unos días después de que tres trabajadores del centro fueran agredidos por otro interno, lo que llevó a ACAIP-UGT a denunciar públicamente los problemas estructurales que enfrenta la prisión de Topas. En particular, el sindicato ha alertado del aumento de la llegada de reclusos con perfiles peligrosos procedentes de otros centros penitenciarios.

En esta ocasión, la rápida y diligente actuación de los funcionarios evitó una fuga que podría haber supuesto un grave riesgo para la seguridad de la sociedad salmantina, según las mismas fuentes.

Cabe recordar que el lunes, 18 de noviembre, tres funcionarios resultaron lesionados por un interno muy violento al que acababan de comunicar que tenía que cumplir una sanción. Por suerte se encuentran fuera de peligro pese a las lesiones, confirman fuentes penitenciarias consultadas por LA GACETA.

Según ACAIP-UGT, sindicato mayoritario en prisiones, los hechos ocurrieron cuando a un interno ubicado en el módulo 6 con múltiples incidentes regimentales y que ya había estado en primer grado se le procedió a comunicar una sanción pendiente de cumplimiento.

El jefe de servicios se personó en el departamento ante el estado alterado del interno. Tras una conversación en la que parecía haber decaído su agresividad, se le comunicó que debía cumplir la sanción impuesta y permanecer en celda. En ese momento reaccionó violentamente arremetiendo contra el jefe de servicios y otros dos funcionarios, provocándole a uno de ellos la fractura de un dedo de la mano, y al otro un esguince de muñeca. El interno fue finalmente trasladado al departamento de aislamiento.

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