¿Quieres perder peso? La clave es evitar estos cinco errores que cometemos en la cena

Con la llegada del verano y las altas temperaturas es necesario recurrir a alternativas para sofocar el calor como las piscinas o las playas, y en muchas ocasiones, la temporada estival de bañadores y ropa de baño nos ha pillado ‘con la dieta a medias’. Uno de los refranes más conocidos dice: “Desayuna como un rey y cena como un mendigo” y este dicho popular es el que vamos a poner en práctica para ayudarte a controlar tus excesos y ver que errores se cometen en la alimentación y lastran nuestros objetivos de pérdida de peso.

Los cambios de tendencia por la ‘europeización’ de la sociedad española ha hecho que las costumbres cambien y que, los trabajos por ejemplo, se adapten a horarios europeos con jornadas ininterrumpidas que ponen punto final sobre las 6 o 7 horas de la tarde, y esto conlleva otro hecho, y es que la hora del almuerzo sea insignificante para nosotros y la demos menor importancia, apostando por una ´comida’ rápida y poco copiosa que no nos afecte en nuestro devenir del resto de la jornada laboral. Es por ello, que almorzamos menos, pero hacemos una mayor ingesta calórica en la cena al llegar a casa y es aquí donde viene el problema y para ello te damos las claves para que no caigas en estos errores:

1) La cena demasiado tarde. La recomendación general es dejar pasar dos horas desde que realizamos la última ingesta hasta que nos vamos a dormir. Esto favorecerá nuestra digestión. Y para saber a que hora cenar e irte a dormir, enfócate en que hora te levantas y réstale 10 horas desde que te levantas. Ese será el momento en que debes hacer la cena.

2) Comer solo fruta. Es uno de los errores más habituales. Pensamos que los alimentos ‘verdes’ no engordan y no hay que dejar de lado los macronutrientes que tienen las frutas. Su contenido en azúcar, aunque sea natural, suele ser alto. No debes abusar de ellas en las cenas.

3) La recena. Si bien empezaba este post con el refranero español, no hay nada tan típico en esta cultura como el comer después de la cena. Es más saludable llenar un poco más el plato de la cena que volver a comer horas más tarde.

4) Compensar el día. No metas todos los alimentos a última hora del día porque no hayas organizado antes tus comidas.

5) No cenes dos veces. Y esto no tiene que ver con la recena, sino con ‘picar’ y ‘comer’ mientras preparas tu cena. Tu propuesta será beberte un vaso de agua antes de comenzar a cocinar y no ingerir ningún alimento hasta el momento de degustar tu cena para evitar que tus ingestas sean ‘dobles’

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