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El Regimiento de Especialidades de Ingenieros n.° 11, con sede en Salamanca, recibió la Medalla de la Gratitud de Valencia en 1957. Esta distinción fue otorgada en reconocimiento a su destacada labor durante las catastróficas riadas que afectaron a Valencia ese año, una catástrofe que causó miles de daños y, según fuentes oficiales del régimen, 81 víctimas mortales. No obstante, las crónicas de la época aumentaron esa cifra a más de 300 personas fallecidas. La medalla para reconocer la labor desarrolla allí por los militares salmantinos fue aprobada en el pleno del Ayuntamiento de Valencia el 7 de diciembre de 1962, cinco años después.
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Javier Hernández
Pero la aportación del Regimiento no fue la única que hicieron los salmantinos hace 67 años a las víctimas de la riada de Valencia. Durante casi dos meses se recaudaron 1.141.351 pesetas (6.860 euros), una cantidad muy relevante teniendo en cuenta que el periódico de entonces costaba 1,2 pesetas, que el premio del Cupón de los Ciegos era de 125 pesetas y que se podía comprar una camisa por 44 pesetas en Almacenes Galán. Se movilizó la práctica totalidad de la provincia, desde la capital a los municipios canalizado a través del Gobierno Civil, el Banco de España y el Ayuntamiento de Salamanca una campaña «Pro damnificados de Valencia». Cada día LA GACETA informaba sobre las nuevas aportaciones. Entre ellas las 100 pesetas del Ayuntamiento de Calvarrasa de Abajo y las 485 pesetas que aportaron sus vecinos. Entre el Consistorio de Palacios Rubios, sus vecinos y la Hermandad local fueron 1.478 las pesetas que se añadieron.
Una de las aportaciones más importantes llegó de la mano de los jefes, oficiales y suboficiales de la Escuela Básica de Pilotos de Matacán, que lograron reunir 14.207 pesetas. Cada día el listado ocupaba buena parte de una de las páginas del periódico, informando de la aportación de 1.000 pesetas de Robleda, de las 100 pesetas a cargo de los hermanos Villoria y hasta las 50 pesetas de Mariano Mata (médico). El Ayuntamiento y los vecinos de Macotera también efectuaron una generosa aportación de 1.975 pesetas, mientras que los residentes de Espeja se rascaron el bolsillo para desembolsar 2.317 pesetas.
Las ganas de ayudar y arropar a los vecinos afectados por las inundaciones en la ciudad del Turia llevó a que los maestros nacionales del partido de Vitigudino reunieran 8.385 pesetas, mientras que los de Ciudad Rodrigo, Ledesma, Peñaranda y Sequeros sumaron otras 1.117 pesetas más. Bajo el nombre de «una sirvienta», «una donante» otros hicieron donaciones a la causa, así como negocios como «Frutería Charito» o «La Coquense de Cantalapiedra». Hasta el Casino de Salamanca prestó su ayuda de 1.000 pesetas.
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