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El último informe sobre incapacidad temporal en Castilla y León refleja que Salamanca es la provincia donde más han descendido las bajas laborales por enfermedad: más de un 40% respecto al año anterior.
O la salud de los salmantinos ha mejorado notablemente durante el pasado año, o quizás la resistencia al dolor también ha aumentado, pero la evidencia es que la provincia ha pasado de tramitar más de 3.600 bajas cada mes -durante 2022- a hacer algo más de 2.100 mensuales durante 2023.
La variación exacta es de un 40,5% menos y la explicación que aporta el informe de la Consejería de Sanidad es que «durante el último año ya no ha existido el efecto covid, lo que ha supuesto una disminución de las bajas muy cortas, con una progresiva regresión a las cifras de la serie histórica». Es decir, casi han desaparecido esas bajas de unos pocos días en los que era obligatorio -o recomendable- aislarse mientras hubiera presencia de síntomas de la covid, pero después se permitía reincorporarse al trabajo con mascarilla.
La realidad es que la duración media de las bajas ha cambiado de forma drástica. Durante 2022, los salmantinos que se acogieron a una incapacidad temporal promediaron una duración de 32 días (se trata de una media en la que se incluyen esas bajas cortas y las más largas). En cambio, durante 2023 esas bajas en Salamanca duraron una media de 55 días, que tiene ya más que ver con las cifras pre-pandemia.
El apartado sobre los diez procesos más frecuentes -las diez principales causas por las que los trabajadores de Castilla y León han tenido que solicitar una incapacidad temporal- está encabezado por las dorsalgias. A los salmantinos -y resto de profesionales de la Comunidad- les duele la espalda. Nada menos que 25.115 bajas han estado motivadas por este problema y han generado más de 1,3 millones de días de baja durante un año. Son, además, bajas largas de más de 50 días.
Completan los tres primeros puestos los problemas gastrointestinales, que mantienen a los trabajadores en casa menos de una semana, pero que tienen la particularidad de estar presentes durante buena parte del año, sin depender de una estación determinada.
En tercer lugar, los trastornos de ansiedad: bajas por depresión, estrés, etc, que afectaron a casi 16.000 habitantes de Castilla y León y que suelen convertirse en las bajas más largas: más de 85 días de media.
A una considerable distancia de estos tres motivos figuran otros motivos de incapacidad como los trastornos de las articulaciones, infecciones respiratorias, infecciones virales y las gripes.
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