La tecnología revolucionaria contra el Parkinson del Hospital espera cambiar la vida a unos 100 pacientes al año

«¡Esto es asombroso!», afirmaba al salir de la máquina la primera paciente tratada en Castilla y León con el nuevo equipo HIFU: la tecnología capaz de curar el Parkinson y los temblores esenciales sin necesidad de cirugía. Solo mediante una sesión de ultrasonidos de poco más de dos horas.

La Junta de Castilla y León presentó ayer de manera oficial la última incorporación de su cartera de servicios: una unidad de referencia regional que se ubica en el Hospital de Salamanca, pero que atenderá a pacientes de toda la Comunidad. De hecho, antes del 'corte de la cinta' del novedoso equipo ya se ha tratado de manera exitosa a cuatro pacientes  de diferentes provincias.

El presidente de la Comunidad, Alfonso Fernández Mañueco, destacó que «esta tecnología va a revolucionar la atención a las personas que sufren temblores esenciales y Parkinson, que en Castilla y León son cerca de 65.000 personas».

El líder popular recordó que la incorporación de esta tecnología ha supuesto un desembolso de tres millones de euros, pero enfatizó que «con una pequeña intervención, no invasiva». «Es una técnica segura, eficaz, que reduce los riesgos quirúrgicos y también las estancias hospitalarias. Los resultados son visibles de inmediato», añadió Mañueco.

El nuevo equipo HIFU ha realizado cuatro tratamientos en las primeras semanas de uso, pero la previsión de los especialistas apunta a tratar cerca de un centenar de personas al año. El jefe del servicio de Neurología del Hospital de Salamanca -Luis López Mesonero- explica que «la idea es empezar haciendo una intervención por semana hasta un total de 50 pacientes al año. Posteriormente, se quiere aumentar el ritmo para tratar a 100 pacientes al año».

López Mesonero comenta que el engranaje del equipo multidisciplinar que participa en esta unidad está siendo sobresalientemente rápido, por lo que ya están planteando programar dos intervenciones cada semana, lo que conlleva que «en el primer año de funcionamiento se puede estar más cerca de los 100 pacientes que de los 50».

Durante el acto de presentación celebrado este martes en el Complejo Asistencial se aportó un dato novedoso y esperanzador para los afectos y sus familias. Inicialmente, esta técnica solo estaba indicados para aquellos enfermos que tenían temblores con afectación unilateral. En cambio, los especialistas salmantinos confirmaron ayer que «también se va a emplear en pacientes con afectación bilateral». La clave -explica- radica en que «hay que dejar pasar un periodo de nueve meses entre una intervención y otra, pero se va a hacer». Sin ir más lejos, la primera paciente en ser tratada con el HIFU de Salamanca -Sonsoles del Nogal- ha sido intervenida para erradicar los temblores de su lado izquierdo y a finales de año podría solucionar también el problema que aún padece en el lado derecho del cuerpo. «Generalmente intervenimos primero el lado derecho, porque es el que la gente más utiliza para escribir y para las tareas cotidianas, pero en el caso de Sonsoles tenía mucha más afectación en el izquierdo y por eso se ha comenzado por ahí», argumenta el neurólogo encargado del programa HIFU, Guilherme Carvalho.

El especialista resumió «el secreto de este proceso» en «la cantidad de horas de trabajo que hay detrás para que cuando el paciente llegue a nuestra consulta tengamos ya claros los objetivos de lo que queremos hacer», señala.

Carvalho afirma que los tratamientos farmacológicos frente a los temblores responden «en un 40% de los casos». Para aquellos casos en los que el medicamento no es suficiente se recurría a la cirugía: la colocación de unos electrodos en el cerebro que, mediante pequeñas descargas eléctricas, conseguían interrumpir el estímulo nervioso que produce los temblores. La alternativa a esta cirugía -que, como todas, tiene sus riesgos- es la técnica HIFU incorporada en Salamanca: «Es fantástico porque en una sola sesión conseguimos localizar la diana que queremos tratar a nivel cerebral y en dos horas y media el paciente sale sin temblor. Es el mejor resultado que podemos tener», celebró.

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