Así se han vivido el Descendimiento y la suspensión de la procesión del Santo Entierro por la lluvia en la Capilla de la Vera Cruz

La Semana Santa salmantina ha vuelto a verse truncada por el mal tiempo. La procesión del Santo Entierro, una de las más solemnes y esperadas del Viernes Santo, ha sido suspendida debido a las intensas precipitaciones que comenzaron a caer sobre la ciudad en torno a las 17:00 horas.

La decisión, tomada por la junta de gobierno de la Capilla de la Vera Cruz, llegaba tras una tensa espera de 20 minutos en la que el Hermano Mayor de la Ilustre Cofradía de la Santa Cruz del Redentor y de la Purísima Concepción, Tomás González, intentó agotar todas las posibilidades, incluso solicitando una predicción meteorológica más precisa a la base aérea de Matacán. Finalmente, ante el elevado riesgo de lluvia persistente, se optaba por no sacar las imágenes a la calle.

La jornada ya había comenzado con cambios en el programa previsto: el tradicional acto del Descendimiento, el más antiguo de la Semana Santa salmantina, se celebraba dentro del templo, renunciando así al escenario exterior habitual, siendo esta una medida que presagiaba la posibilidad de la suspensión.

A pesar de la meteorología adversa, numerosos devotos se congregaban en las puertas del templo. Mientras tanto, las cruces se mostraban desnudas bajo un cielo encapotado que parecía confirmar lo inevitable. El interior del templo albergaba a los cofrades en silencio, expectantes, con el rostro serio y sereno, conscientes de que, este año, las inclemencias están marcando profundamente el desarrollo de la Semana Santa.

Con esta suspensión, la Cofradía de la Vera Cruz se convierte en una de las más castigadas por la climatología este año, tras la cancelación también de la salida de la Virgen de los Dolores y la procesión del Lunes Santo.

Como medida compensatoria, la capilla permanecerá abierta desde las 18:00 horas para que salmantinos y turistas puedan acercarse a contemplar las imágenes y vivir, aunque desde el recogimiento del interior, el espíritu de este Viernes Santo.