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El céntrico parque San Francisco suele ser un lugar habitual para los reincidentes, que además consumen alcohol. ALMEIDA
Repunta el consumo y las incautaciones de heroína

Repunta el consumo y las incautaciones de heroína

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ya han advertido el aumento de esta sustancia, aunque de momento no consideran que sea alarmante. Los consumidores son reincidentes, la mezclan con otras sustancias y con alcohol y llaman la atención por su enorme deterioro físico

Lunes, 23 de diciembre 2024, 06:00

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han advertido en Salamanca un repunte del consumo de heroína, la droga que hizo estragos en los años 80.

«El caballo», como también era conocida, nunca llegó a desaparecer, pero de la jeringuilla que se llevó por delante muchas vidas de la conocida como generación perdida, se pasó a la heroína fumada o inhalada, versiones igual de dañinas, igual de adictivas, pero menos llamativas y con menos consecuencias indeseables a la hora de transmitir enfermedades como el sida (VIH) o la hepatitis C.

Ya a finales de los 90 la heroína fue desplazada por la cocaína. Todavía no hay datos, pero a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado les ha llamado la atención, sobre todo, por las incautaciones. Los drogadictos actuales son reincidentes, que han pasado un tiempo en la cárcel por delitos relacionados con el consumo y con el tráfico y muestran un deterioro ya visible. «Los yonkis» normalmente se esconden cuando se tienen que pinchar, por eso no es fácil verlos drogarse públicamente.

El director de Proyecto Hombre, el sacerdote Manuel Muiños, no ha advertido todavía ese repunte que le consta a la Policía, porque normalmente cuando acuden al centro para la desintoxicación ya ha pasado tiempo de consumo, pero tampoco le resulta extraño porque es una droga más barata.

Tampoco los servicios hospitalarios han detectado el incremento entre los pacientes que precisan tratamiento, pero ocurre lo mismo que en Proyecto Hombre: «Aunque se haya detectado un repunte por las incautaciones, hasta que estos consumidores solicitan tratamiento suele haber un periodo de iniciación o «luna de miel», en el que el individuo percibe que tiene control sobre la situación de consumo», explica Ana Álvarez Navares, jefa de la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Salamanca.

«La bajada del precio y que la heroína, por cualquier vía que se consuma, produce una fuerte tolerancia y dependencia », son algunas de las razones que pueden explicar este repunte que no solo se ha advertido en Salamanca.

Los expertos están alertados, pero tienen más temor a otras drogas sintéticas que están haciendo estragos en otros lugares, como es el fentanilo, cuyo consumo ya es problemático en Estados Unidos y empieza a serlo en otros lugares.

El número de adictos a la heroína que están en tratamiento es escaso y se calcula que solo un 4 % de ellos se la inyectan para poder tener efectos más intensos con la misma.

En 1996 se puso en marcha por primera vez en Castilla y León el programa de tratamiento sustitutivo con metadona. Es el opiáceo sintético, con efectos similares a la heroína, que se suministra por parte de los servicios médicos para evitar el síndrome de abstinencia y se le da a los consumidores de heroína como tratamiento sustitutivo.

Las ventajas frente a la heroína es que la metadona está controlada desde el punto de vista sanitario y se puede administrar vía oral, sus efectos duran 24 horas, frente a la heroína que tiene una vida media de 4 horas. «En los últimos años -explica la doctora Álvarez- disponemos de otro fármaco, la buprenorfina, que también es utilizada como tratamiento sustitutivo en los adictos a la heroína».

Los actuales consumidores de la heroína normalmente son politoxicómanos, que difícilmente acudirán a rehabilitación, pero sí hacen uso de los servicios de urgencias por el deteriorado estado de salud y la mella que ha hecho en sus cuerpos las drogas. Y es que la heroína, según advierten los servicios médicos, es una droga que genera mucha adicción, también es altamente tolerante, lo que propicia una conducta de consumo continuado y repetido. Es decir, para conseguir el mismo efecto o evitar los síntomas de abstinencia, el adicto necesita cada vez dosis más altas, siendo necesarias hasta 10 veces más al cabo de un cierto tiempo de consumo.

En Asturias también se ha detectado un ligero repunte del consumo de heroína. Son datos que ya ha recogido la Fiscalía Antidroga. La heroína, que hasta ahora era una sustancia de bajo consumo, comienza a repuntar en la región. Los datos no son alarmantes, pero sí llamativos, según la Fiscalía, desde el punto de vista estadístico.

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