“¿Quiere que Van Dyck sea peatonal?”. El Ayuntamiento se lo pregunta a los vecinos

Tras casi veinte meses cerrada al tráfico, la calle Van Dyck se reabrió a la circulación el pasado 5 de enero. Pero fue una medida provisional, por unas horas, para facilitar una ruta alternativa al tráfico ante los cortes derivados de la ampliación de recorrido de la Cabalgata de Reyes. Sin embargo, a partir de ese momento y para “pesadilla” de la Policía Local comenzó a ser habitual que los propios vecinos retirasen las vallas que impedían el paso de vehículos y que otros las volviesen a colocar en mitad de la calzada. Previamente ya se habían producido quejas porque los conductores no respetaban la prohibición de aparcar en esta calle. El barrio mostraba su división ante la continuidad de una medida adoptada en mayo de 2020 para permitir que, tras el confinamiento más severo, los bares pudiesen retomar su actividad en terrazas expandidas que posibilitasen la exigida distancia social entre clientes. De un parte, principalmente los hosteleros que ven en un Van Dyck sin coches una mayor opción de negocio y, de otra, especialmente los conductores que han visto cómo se han reducido aún más las opciones de aparcamiento en la zona. Ante estas posiciones enfrentadas, el Ayuntamiento de Salamanca ha optado por preguntarle directamente a los vecinos cómo les gustaría que fuese su calle.