Quejas por colas de más de media hora para bañarse
Largas esperas de los usuarios para sacar el ticket o el abono a casi 40 grados
Salamanca
Jueves, 3 de julio 2025, 07:00
La amenaza de tormenta de estas últimas tardes no ha impedido que cientos de salmantinos hayan acudido a las piscinas municipales de la capital para intentar paliar el sofocante calor del que Salamanca no ha quedado al margen.
Es el caso de Rosa Colorado, el recinto de tres vasos situado en la Avenida de la Merced, donde los bañistas se han acercado estas tórridas jornadas para darse un chapuzón.
Pero antes de refrescarse, había que pagar el precio de esperar media hora en una cola de varios metros en la que se juntaban las personas que querían una entrada y aquellas que iban a hacerse el abono, lo que retrasaba el momento de llegar al agua.
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«El martes había una cola de media hora con gente esperando a 40 grados al sol», señalaba Tomás Hernández, un bañista habitual que acudía ayer a pasar una tarde en familia.
Los usuarios explicaban que, a media tarde, la cola llegó a extenderse incluso escaleras abajo , por lo que la línea de personas que esperaba frente a la taquilla de la entrada de la piscina municipal fue de varias decenas de metros.
Una taquilla en la que se encuentra solo un trabajador, lo que parece ser el motivo principal de esta ralentización en el servicio para acceder al recinto.
Aunque esta situación puede parecer puntual al haberse unido las altas temperaturas con el inicio del verano, período en el que los usuarios asiduos a las instalaciones acuden para obtener su abono para la temporada estival, lo cierto es que hay quejas también por la falta de personal para supervisar los tres vasos.
Y es que según el testimonio de otros usuarios que acudían ayer a Rosa Colorado, cuando hay algún tipo de altercado en el recinto, es uno de los dos socorristas disponibles quien se encarga de controlar la situación, y solo en algunas ocasiones aparece una patrulla de la Policía Local a calmar los ánimos.
De este modo, desatienden su verdadera ocupación: vigilar a las personas que se encuentran dentro del agua. Esto se une al descontento por el agua turbia cuando la afluencia de bañistas es mayor o el mobiliario antiguo.
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