Un primer día sin caos en Saavedra y Fajardo

Tranquilidad, aunque más tráfico y un poco de desconcierto. Eso fue lo vivido ayer en los alrededores de la avenida Saavedra y Fajardo, en el primer día completo en que esta entrada a la ciudad permaneció cerrada al paso de vehículos.

En esta primera jornada, los vecinos de la zona señalaron que no se han producido incidencias mayores, aunque el tráfico por el interior de los barrios ha aumentado.

«Todavía hay un poco de desconocimiento. Creo que hay gente que no sabe que la calle está cortada y, cuando les toca entrar en el barrio, andan perdidos. Se nota las personas que entramos al barrio porque vivimos aquí y sabemos movernos por las calles, y los que se quieren meter hacia la carretera de Béjar y no saben cómo hacerlo. Andan mirando para todos lados y buscando por dónde salir, pero creo que, una vez las personas se adapten, irá todo mejor», opina la vecina María Jesús Blanco.

Una opinión similar a la de Jesús Sánchez: «Me complica llegar a casa porque tengo que dar más vueltas, pero es cuestión de adaptarse y aguantar. Las obras son así, siempre tienen una parte negativa, pero esperemos que sea en beneficio para el barrio», destaca.

Así, desde que arrancaron las obras el lunes por la tarde, vecinos y comerciantes de los barrios aledaños han visto incrementarse el número de vehículos que circulan por la zona.

«Normalmente por esta calle hay muy poco tráfico y hoy no han parado de pasar coches todo el día, y anoche igual. Lo sé porque tengo cámaras que se activan cuando hay luces cerca y estuvieron saltando toda la noche. Sin embargo, todo ha estado muy organizado y no ha habido atascos. Para el barrio, las obras son una incomodidad, pero quizás a mí me ayuden porque ahora está pasando mucha gente frente a mi negocio», cuenta Patricia Díez, una comerciante de la zona.

Sin embargo, los vecinos señalan que el primer día de las obras no ha sido tan terrible como algunos esperaban, aunque temen lo que pueda ocurrir en septiembre.

«Ahora no ha habido problemas. Es un trastorno para algunos y se ve mucho más tráfico en las calles pequeñas del barrio, pero es fácil movilizarse. El problema puede venir cuando vuelvan los niños al cole y haya muchos más coches por la zona», señala Ana Isabel Blanco.