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Jesús Juanes paseando por la Plaza Mayor de Salamanca. ALMEIDA
«He sido el presidente de las crisis: tardamos 9 años en recuperarnos de la de 2008 y luego la pandemia»

JESÚS JUANES

«He sido el presidente de las crisis: tardamos 9 años en recuperarnos de la de 2008 y luego la pandemia»

El expresidente de Cruz Roja Salamanca deja el cargo tras 16 años de compromiso con la institución

Ángel Benito

Ángel Benito

Salamanca

Domingo, 4 de junio 2023, 15:06

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El trayecto de su casa a la Plaza Mayor siempre se hace largo. Cada dos pasos es interrumpido por una persona que le para por un agradecimiento, un abrazo. Jesús Juanes ha sido el rostro visible de Cruz Roja Salamanca durante 16 años (2007-2023) y ahora da un paso al lado para volver a su posición inicial de voluntario.

Cruz Roja en estos 16 años nunca ha descansado: de la peor crisis económica del siglo, una pandemia a las consecuencias de una guerra.

Han sido 16 años de mucha intensidad y mucho trabajo con situaciones enormemente complicadas. Se podría decir que he sido el presidente de las crisis porque he enganchado una con otra. Empezamos 2008 con la caída de Lehman Brothers que se prolongó muchísimo en el tiempo porque afectó al empleo. El 95% de los casos de vulnerabilidad que atendíamos era por haber perdido el trabajo. Y en especial en Salamanca con un sector como la construcción.

La propia institución se tuvo que apretar el cinturón para ser viable. ¿Cómo asumió esa disyuntiva?

Nos afectó mucho porque tuvimos problemas económicos. Cruz Roja no está en ningún momento para ganar ni un solo céntimo pero si es inviable estaríamos haciendo un flaco favor porque tendríamos que cerrar. Fueron años muy duros porque nos vimos obligados a cerrar algunos centros. Yo hablé mucho con la comisión nacional de finanzas de Cruz Roja que nos tenían un marcaje muy severo. Y yo decía que efectivamente Salamanca tenía unos números muy complicados y arrastraba pérdidas, pero eso era consecuencia de la proactividad que hemos tenido siempre. Teníamos muchas infraestructuras y eso acarreaba un gasto importante de personal y tuvimos que presentar un ERE porque no abarcábamos y hacer un plan muy estricto del gasto. Afortunadamente en el año 2017 presentamos unas cifras equlibradas. Yo no aspiré nunca a tener un superávit porque creo que es inmoral.

Y cuando empiezan a sacar la cabeza llega una pandemia ¿Cómo se enfrentaron a ella?

Nosotros tuvimos acierto de enfocar desde el primer momento la situación que se nos venía encima. Era el 9 de marzo de 2020 y en una reunión que tuvimos el coordinador, el secretario y yo mismo dijimos que esto venía muy fuerte e iba a ser duro y duradero. El propio coordinador lo definió como una emergencia sanitaria y social y él estaba acostumbrado a verlas porque había estado en Hispanoamérica y las conocía. Nuestra prioridad era la atención a la gente, pero también estar preparados para ayudar a las institución públicas porque nos iban a necesitar. Y sobre todo, teníamos que seguir interviniendo con las personas que en ese moment o ya eran vulnerables. Es verdad que hubo que cerrar el centro de atención para personas sin hogar, pero había que seguir atendiendo a las personas que no tenían para comer, problemas de drogadicción... a todos con los que ya estábamos.

¿Cómo afrontásteis el déficit de los voluntarios de mayor edad a los que se retiró de primera línea?

Tomamos la determinación por sentido común de que los voluntarios con más de 55 años cesaran temporalmente su servicio para no hacer peligrar su salud. Y para paliar esta situación hicimos un llamamiento a personas entre los 25 y los 55 años que quisieran ser voluntarios temporalmente en la pandemia. En tres días conseguimos más de 400 y de ellos el 70% tenían menos de 30 años. Trabajamos muy duro porque en dos meses cambiamos nuestra forma de trabajar. Recuperamos los kits de alimentación e higiene que habíamos retirado hace diez años por el uso de las tarjetas. Todo lo llevamos con un control muy estricto porque éramos conscientes que había que rendir cuentas. Para mí, personalmente era una obsesión con todos los que nos ayudan y los socios. En el año 2007 eran 6.500 y en 2020 14.000. A pesar de lo dura de la situación, nosotros sabíamos qué habíamos dado a cada persona con nombres y apellidos.

Llega el fin de la pandemia y sin descanso llega la guerra de Ucrania y la situación de refugiados.

Nosotros tenemos mucha experiencia en el ámbito de los refugiados en los últimos 30 años. A pesar de la experiencia hubo al principio un poco de caos con recogidas de ropa, gente que iba a buscar a familias a la frontera, envíos de alimentos. Nosotros que tenemos experiencia sabemos que no hay nada que viaje más rápido que el dinero, que además favorece el mercado de la zona donde lo mandas. Estás comprando alimentos que están acostumbrados a consumir y su ropa habitual, no las que tú les mandes. Aquello fue difícil de hacerlo entender y era poco eficaz. Hubo mucha gente que fue a la frontera y traía a familias con niños, pero es que a esos menores había que escolarizarlos, darles una sanidad. Tras esos primeros momentos y la acogida inicial a 66 personas y los que se volvieron, afortunadamente todos los que vinieron ya están en pisos de alquiler formándose .

¿Qué va a ser de Juanes ahora?

Jesús Juanes va a seguir siendo voluntario de Cruz Roja pero con una presencia más esporádica. Le dedicaré más tiempo a mi mujer, retomaré mis estudios de inglés y a seguir disfrutando de los amigos y de la familia. Y a recordar y a evocar muchas cosas porque todo ha sido muy intenso. Yo soy emotivo de más y tengo siempre una lágrima enseguida al recordar y empiezo a hacerlo ya. Situaciones en las que tuvimos que intervenir y los voluntarios daban ejemplo increible de esfuerzo y sacrificio. Recuerdo cuando el atentado de Atocha en el que fueron voluntarios de Salamanca e hicieron u ntrabajo increíble.Llegaron a las 2 de la mañana y me dijeron que debían seguir trabajando para concluir los informes después de unos días de tensión increíbles. O todas esas personas que iban a casa de las personas mayores a llevarles la compra, a decirles que no salieran de casa. Y arriesgando su vida también. Es un recuerdo imborrable para mí.

¿Le has dado algún consejo a Maribel Campo?

Maribel me ha dicho que le ayude y yo le he dicho que es fácil porque el presidente es el que debe representar a la institución y no permitir nunca que los principios se vulneren nunca. Somos independientes, imparciales y neutrales. Es nuestra arma.

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