Portugal reabre la vía a Lisboa y Salamanca aún sin electrificar

Las excusas para no mejorar las comunicaciones ferroviarias con Portugal a través de Salamanca son cada vez menos. El Gobierno luso acaba de anunciar el fin de las obras de modernización de la línea por la que hasta marzo de 2020 pasaban los trenes que conectaban la ciudad del Tormes con Lisboa y que permitían viajar en tren entre la capital lusa y Madrid, un servicio que actualmente no existe. Sin embargo, el Ejecutivo de Pedro Sánchez no solo no tiene ninguna intención de recuperar ese servicio ferroviario, sino que acumula ya más de tres años y medio de retraso en la ejecución de la electrificación de esa línea en territorio español.

En un acto en el Cámara Municipal de São João da Pesqueira, el ministro portugués de Infraestructuras y Vivienda, Miguel Pinto Luz, anunció el pasado martes que en noviembre se reabrirá un primer tramo de la Línea Beira Alta, que permanece cerrada desde abril de 2022 por obras de modernización. En diciembre se pondrá en uso un segundo tramo y en marzo de 2025 estarán en servicio los 193 kilómetros de vía que conectan el municipio de Vilar Formoso, en la frontera con Salamanca, con Pampilhosa, en el entorno de Coimbra. La culminación de estas obras se ha retrasado un año, una demora muy inferior a la acumulada en el trazado de esta línea que continúa por Salamanca. Según recogió la agencia de información Lusa, la renovación integral de la Línea Beira Alta es considerada una de las obras fundamentales del Corredor Internacional Norte y tiene como objetivo permitir una conexión ferroviaria más segura y rápida entre el centro y norte del país y la frontera con España. Según explican fuentes de los trabajadores de Renfe, se trata de la línea por la que circulaban tanto los trenes Lusitania y Surexpresso, que conectaban Salamanca con Lisboa hasta hace cuatro años y medio. Pero con la pandemia se suspendieron estos servicios que no se han recuperado y que, conforme a las respuestas parlamentarias del Gobierno, no hay ninguna previsión de que se restablezcan.

«Hay un núcleo de Portugal que ha sido olvidado. Este Gobierno lo tiene muy claro», afirmó el ministro, según recoge la agencia. El responsable del Gobierno destacó que la zona del país al sur del Duero y al norte del Tajo «necesita inversiones» y puso como ejemplo el Itinerario Principal 3, entre Viseu y Coimbra, y «muchas líneas estructurantes». Frente a esta apuesta del Ejecutivo luso, en territorio español la línea ferroviaria entre Salamanca y Fuentes de Oñoro continúa sin electrificar. Conforme a los contratos que firmó el Ministerio de Transportes con las empresas adjudicatarias, los trabajos que debían haber concluido en enero de 2021 están casi paralizados. Sin embargo, más de tres años y medio después aún falta por ejecutar una parte muy importante del proyecto de adecuación de gálibos que implica la reforma de dos puentes que atraviesan la vía en el casco urbano de Salamanca, así como la remodelación del apeadero de La Alamedilla, entre otras intervenciones que llevan paralizadas desde el verano de 2020.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha dejado claro este septiembre que la conexión entre Madrid y Lisboa no será por Salamanca, sino por Badajoz. «La conexión por Salamanca está pensando más en la salida por Irún que en la llegada a Madrid». «No es la parte de la traza ideal para la conexión con Madrid y, por tanto, la conexión Madrid-Lisboa no se va a realizar a través de Salamanca», argumentó en el Parlamento ante las preguntas de un parlamentario de Vox por Extremadura.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) reforzará en octubre los turnos de trabajo de cara a la reactivación de las obras de adecuación de gálibos vinculadas a la electrificación de la línea entre Salamanca y Fuentes de Oñoro. Según fuentes de los trabajadores, el próximo mes se retomarán estas obras que apenas han avanzado en los últimos tres años y medio a la espera de la redacción de un modificado del proyecto inicial para adecuarlo a las peticiones planteadas por el Ayuntamiento de Salamanca.

Las obras de adecuación de gálibos, que debían haber acabado en enero de 2021 conforme al plazo fijado en el contrato inicial, estaban pendientes de cambios que se empezó a redactar en el verano de 2020. Si bien ese documento, en el que se recogen cambios en las actuaciones previstas en los puentes sobre la vía que se encuentran en los cruces con la avenida de Saavedra y Fajardo y con la calle Cordel de Merinas de Chamberí, está aprobado desde antes del verano, hasta julio Adif no ha tenido el visto bueno al impacto que estas modificaciones tienen en el presupuesto de ejecución. Una vez que todos los trámites se han superado, Adif está organizando los calendarios de trabajo de su personal para agilizar todo lo posible estos trabajos pendientes.

La principal actuación pendiente es la remodelación del paso inferior bajo la avenida de Saavedra y Fajardo, el acceso sur a la ciudad. Conforme a los planos a los que ha tenido acceso este periódico, una vez demolida la actual construcción, se levantará una nueva estructura que, además de elevar el gálibo para instalar la catenaria y permitir el paso de trenes eléctricos bajo ella, hará posible ensanchar la avenida. Al margen de que se aumentará la pendiente de la calzada, la nueva estructura que financiará Adif permitirá que la avenida sume un cuarto carril de circulación en sentido salida de la ciudad desde la intersección con la avenida de Carlos I hasta el entronque con la calle Castroverde. Más allá de esta intervención para dar más fluidez al tráfico, esta modificación en el proyecto original que se ha realizado a petición del Ayuntamiento de Salamanca permitirá ofrecer una mayor seguridad a peatones y ciclistas. La nueva estructura abre la puerta a ensanchar y mejorar las aceras, así como a habilitar un carril bici en paralelo a la calzada en la margen más próxima a la Comandancia.

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