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El madrileño Hugo Lomas, alias «Sfhir», autor del mural elegido como el mejor del mundo en 2023 por Street Art Cities, se encuentra trabajando en una obra del barrio del Oeste que formará parte de la nueva edición de su Galería Urbana. Esta pieza promete convertirse en una de las más fotografiadas de la ciudad. «El mural toca la temática de la arquitectura musical, que es la línea de trabajo que sigo desde hace un par de años y juega con los colores del edificio y de la zona», explica el artista callejero. Para realizar esta expresión artística, que prevé finalizar entre los días 25 y 27 de abril, el madrileño está empleando una grúa que alcanza 53 metros. El edificio que usa como lienzo mide más veinte metros de altura y tiene una superficie mayor a los 100 m2.
El artista escuchó hablar de este festival del Barrio del Oeste a través de un amigo. Desde entonces se mostró dispuesto a formar parte de él y recibió la invitación desde la organización ZOES. «Lo que más me llama la atención de la propuesta es la interacción con los vecinos y es un barrio muy céntrico. Este tipo de esfuerzos son de valorar».
Sfhir busca despertar sentimientos positivos en el receptor, ya que considera que no hay nada peor en el arte que despertar indiferencia. «El arte urbano es el más gratuito y democrático, porque está al alcance de cualquier persona que transite, sin pagar entrada. Lo puede disfrutar cualquier persona, entienda o no de arte. Esto es lo que más me gusta de esta disciplina», afirma. Junto a ello, reconoce que le gusta conocer las diferentes opiniones que generan sus trabajos, ya que le muestran «un punto de vista que no habías barajado».
El artista callejero es considerado en la actualidad uno de los grandes exponentes del arte urbano realista. «Pintar murales ha sido mi gran pasión desde pequeño. Yo ya pintaba en el margen de los cuadernos y siempre estaba dibujando. Llevo toda la vida en esto y tengo 44 años. Mi generación es la que empieza a plantearse transformar esto en una forma de vida. Mi generación previa pintaba graffiti, yo lo hacía», explica.
El muralista ve en esta iniciativa del Barrio del Oeste una gran oportunidad para los jóvenes artistas que empiezan en este mundo. «Me parece fantástico y necesario. Nuestra sociedad se cimenta en las nuevas generaciones. Dar una oportunidad a la gente novel es un acierto, llega un momento en el que todo necesita un relevo generacional. Dar experiencia a estos chavales puede ser un punto de inflexión en su carrera y le da visibilidad». Recuerda también que esta «es una profesión en la que cuesta mucho hacerse paso».
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