Nuevo hito en la década de crecimiento del Centro de Láseres Pulsados de Salamanca

El Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), en su reunión semanal ha dado luz verde a la solicitud de autorización del servicio de Protección Radiológica del Centro de Láseres Pulsados Ultracortos Ultraintensos (CLPU) de Salamanca.

Esta aprobación se interpreta como «un hito» dentro del Centro de Láseres Pulsados. «Disponíamos de una unidad de protección radiológica, que era una división interna del centro, pero al ser autorizado como servicio pasa a ser un ente propio que supone un hito dentro de la evolución del centro», explica el jefe de Radioprotección del CLPU, José Manuel Álvarez.

En efecto, la evolución que el centro salmantino ha experimentado durante la última década es sobresaliente: «Empezamos en 2014 con una instalación de tercera categoría, que sería el equivalente a las que se necesitan para operar un tubo de rayos X, pero hemos ido creciendo y generando más capacidad de radiación», relata Álvarez.

En el año 2017, las instalaciones del CLPU pasaron a ser de segunda categoría, que son el equivalente a un acelerador lineal de un complejo hospitalario.

Más recientemente, se han realizado ensayos en el centro para generar neutrones con el láser VEGA. «Llevamos una década aumentando nuestras capacidades para generar fuentes de radiación y que, lógicamente, necesitan una regulación estricta que nos lleva a trabajar codo con codo con el Consejo de Seguridad Nuclear para adaptarnos a lo que dicte la norma en cada momento».

La proyección a futuro de la entidad es la de convertirse en un centro de primera categoría, pero siempre que sea producto de la evolución natural y como consecuencia de su actividad, no como un reto prefijado. Un ejemplo de este tipo de instalaciones sería el imponente Sincrotrón ALBA, la única fuente de luz de sincrotrón en España ubicada en Cataluña.

Por el momento, Salamanca cuenta con VEGA: «Un sistema láser de clase Petavatio de alta tasa de repetición del que solo hay dos más en el mundo», define el propio Consejo de Seguridad Nuclear, que detalla las áreas de acción del centro salmantino: «Sus actividades se enmarcan en disciplinas como la Física de Plasmas, la Aceleración de Partículas, Física Nuclear o Astrofísica de laboratorio. Esta infraestructura, impulsa el desarrollo de la tecnología láser pulsada colaborando en ámbitos como la Medicina o la Defensa».

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