Una nueva promoción de alumnos de Adventia está lista para volar: «El cielo nunca es el límite, solo es el comienzo»

Una nueva promoción de jóvenes alumnos de la Escuela de Pilotos Adventia ya se encuentran un paso más cerca de su gran sueño: sobrevolar los cielos. El colegio Arzobispo Fonseca acogió este viernes la solemne ceremonia de Graduación de este centro, adscrito a la Universidad de Salamanca.

Durante la gala, fueron galardonados los integrantes de la promoción 55 de Grado en Piloto de Aviación Comercial y Operaciones Aéreas, más de una veintena de alumnos. Además, recibieron también su título oficial universitario los doce alumnos de la 11ª promoción de Curso de Adaptación de Pasarela al Grado.

Antonio Castro, piloto de Iberia, padrino de la promoción y docente, dedicó unas sentidas palabras a familiares y alumnos: «El cielo nunca es el límite, es solo el comienzo», aseguró. También se refirió directamente a los alumnos para regalarles uno de sus grandes consejos. «Un buen piloto no se define por cómo vuela cuando todo va bien, sino por cómo responde cuándo todo parece ir mal. El mundo necesita pilotos con valores, con visión y con vocación de servicio. Allí arriban os esperan los cielos abiertos, volar alto pero con los pies en la tierra», dijo.

Durante la jornada intervinieron también Esther Martín y Raúl Díaz, alumnos y delegados de la promoción. «Toca mirar hacia delante. Ser piloto no es solo una profesión, es un compromiso con la seguridad, con la formación continua y con las personas que confiarán en nosotros, aunque no nos vean», reconoció. Reflejó en su discurso los valores y la vocación de servicio que caracteriza a la promoción graduada de nuevos pilotos. «Llevaremos sobre nuestros hombros no solo unos galones, sino la responsabilidad de ser dignos con el trabajo que desempeñamos», aseguró Martín. Díaz, por su parte, agradeció los momentos compartidos a sus compañeros, la dedicación a sus docentes y la paciencia a las familias, a las que agradecieron su infinita paciencia y apoyo.

Los alumnos graduados participaron en la tradicional imposición de becas. Algunos de ellos recibieron también de sus familiares una singular insignia, las alas que, a partir de ahora, les identificarán como aviadores. Se trata de la máxima distinción que otorga el Consejo de Administración de la Escuela de Pilotos Adventia.

El acto de graduación de la Escuela de Pilotos Adventia estuvo presidido por Javier González Benito, vicerrector de Economía y director general del Parque Científico de la USAL; Francisco Javier Mendi Pompa, coronel jefe de la Base Aérea y director del Grupo de Escuelas de Matacán y Andrés Arranza Stancel, presidente de SENASA (Servicios y Estudios para la Navegación Aérea y la Seguridad Aeronáutica).

También estuvieron presentes durante la jornada Rosa López, subdelegada de Gobierno en Salamanca; Benjamín Crespo, presidente de la Cámara de Comercio o el coronel Emilio Herrera, subdelegado de Defensa en Salamanca.

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