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La Casa Museo Miguel de Unamuno ha sido testigo este lunes de la inauguración de una simbólica muestra que recoge más de cien pajaritas de papel elaboradas con las manos de los propios descendientes de Miguel de Unamuno, una de las figuras más queridas de la ciudad de Salamanca. La exposición se podrá visitar de forma gratuita del 26 de mayo al 15 de septiembre, de martes a viernes desde las 11:00 a las 12:00 horas.
Al márgen de su extenso legado en muchas áreas del conocimiento, Unamuno también tenía entre sus aficiones la papiroflexia o cocotología. Su nieto y bisnieto han hecho posible este sentido homenaje al exrector de la Universidad en la que algún día fue su casa. Bajo el nombre 'Las pajaritas de mi abuelo', dejan muy claro que este arte «seguirá pasando de generación en generación».
Pablo de Unamuno Pérez, nieto del pensador, recuerda que la papiroflexia entra en la vida de Miguel de Unamuno cuando este solo tenía diez años -en 1874-, con motivo de la Tercera Guerra Carlista. «Él no podía salir de casa, porque había una zona de Bilbao que estaba situado por los carlistas. Nuestro abuelo se reunía con un primo suyo y jugaban haciendo ejércitos de pajaritas», explica a los medios. Entre risas, recordó una de las frases que su abuelo decía aún siendo un niño. «Siempre comentaba que los ejércitos que hacía con su primo no tenían jerarcas, eran todos de la misma graduación. Parece que dejó ya sentado que no se iba a llevar bien con los jefes militares y generales», asegura.
La exposición no es solo un homenaje al rector perpetuo, cobra un doble sentido. «La muestra es un homenaje a nuestro abuelo Miguel de Unamuno, pero también a mi hermano Ramón, que falleció hace un año y medio. Él fue quien tuvo la paciencia de enseñarme a doblar papel, yo he enseñado después a mi hijo», explica.
En la sala se exponen 110 variantes de la pajarita clásica. La técnica empleada es realmente curiosa ya que, excepto tres, todas las figuras se han plegado con una sola hoja de papel, sin cortes ni adhesivos, formando grupos de familias de diferentes ámbitos de la sociedad. «Aunque se decía que la pajarita era de Unamuno, lo único que hizo él fue sacarla del olvido», recalca su nieto.
Miguel de Unamuno fue un gran aficionado a la papiroflexia -cocotología, como él la denominaba-, hasta el punto de ser considerado como uno de los pioneros modernos de este arte de doblar papel para crear figuras sin pegamento ni tijeras.
De hecho, la Asociación Española de Papiroflexia certifica las siguientes figuras como de creación original de Miguel de Unamuno: cerdo, pájara, búho, gaviota, tetera, estrella, elefante y esfinge.
Asimismo, la típica pajarita que todos identificamos con él, «avechuche», fue ciertamente sacada del olvido por Unamuno e incluso le dedicó una pequeña publicación «Apuntes para un tratado de cocotología» y las distinguió por sexo: neutro, hermafrodita, hembra y macho.
Su habilidad ha sido transmitida y heredada por muchos de sus descendientes, como es el caso de su nieto, Pablo de Unamuno Pérez, y de Pablo de Unamuno Bustos, bisnieto y colaborador en esta muestra.
Es importante recordar que la papiroflexia es una actividad que, con frecuencia, utilizan los profesores de matemáticas para hacer comprender a sus alumnos algunos conceptos, sobre todo de geometría. También se la relaciona con la psicología, por lo que tiene de arma terapéutica, y con la sociología como juego y forma de socialización.
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