«Necesitamos voluntarios»

El Comedor de los Pobres busca voluntarios para hacer frente al verano, ya que la entidad necesita nuevas 'manos amigas' en los meses de mayor escasez de ayuda. Además, el pasado martes la entidad llevó a cabo una entrega extraordinaria —más generosa que de costumbre— para más de 200 personas en situación de vulnerabilidad. Incluyó alimentos básicos como leche, aceite, pasta, arroz, galletas, bollería, conservas o legumbres, con el objetivo de garantizar que estas personas dispongan de una despensa mínima que les permita afrontar estos meses sin pasar hambre. En esta ocasión, también se le hizo entrega de productos de higiene y limpieza.

«El objetivo es que ninguna persona pase hambre este verano. Esto es un comedor muy pobre, que tiene pocas ayudas y muchos gastos de mantenimiento, pero confiamos en la providencia», manifiesta Queti Luciano, fundadora del Comedor de los Pobres. La escasez de voluntarios para los próximos meses es uno de los grandes problemas que afronta la entidad. «En verano es mucho más complicado. Tenemos en el local unos cuatro voluntarios, pero hay que ordenar los alimentos, el almacén, colocar los productos... es mucho trabajo», explica. La entidad, situada en el paseo de la Estación, lleva años siendo un refugio para quienes se encuentran en la cuerda floja. Personas sin ingresos, familias con menores, migrantes sin papeles o trabajadores con empleos precarios forman parte del perfil habitual de usuarios. «Hemos podido entregar este lote especial a las familias que tienen posibilidad de cocinar en sus habitaciones gracias a las aportaciones generosas de algunas empresas que colaboran habitualmente con nosotros», subraya.

Las familias salmantinas tampoco afrontan su mejor momento. Algunas de ellas también demandan los servicios del Comedor. «Vienen a otra hora y no hacen cola. La dignidad es muy importante, tienen niños en colegios y no quieren que les vean. Generalmente son personas que están pagando una hipoteca, se han quedado sin trabajo y no tienen dinero para comida», asegura. La fundadora insta a los salmantinos a la solidaridad a través de pequeñas donaciones. «Muchos pocos hacen mucho y cualquiera puede vivir el día de mañana una situación similar», afirma.

Actualmente, el Comedor de los Pobres ofrece de lunes a viernes unos cuarenta desayunos, más de doscientos tuppers diarios para aquellas personas que tienen un lugar donde tomarlo y comida caliente en el local para unas cincuenta personas sin hogar. A mayores, se entregan lotes eventuales a las familias sin recursos para que puedan cenar y alimentarse los sábados, domingos y festivos, aquellos días que la entidad cierra sus puertas habitualmente.

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