«Es una mujer luchadora, feminista, y pacifista, que nunca ha dejado de enfrentarse a las injusticias en su país»
Corina Machado es un ejemplo de cómo se puede luchar por los demás sin abandonar los principios
M.B.
Viernes, 10 de octubre 2025, 19:21
La noticia de que Corina Machado ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz dejó a Nancy Donqui y a su madre, Nelly Ortiz, residentes en Salamanca, «¡aluciflipando!», según sus propias palabras. Para ellas, el reconocimiento es un símbolo de la lucha incansable por la democracia y los derechos humanos en Venezuela, y una fuente de orgullo para quienes, como ellas, han dejado su país pero mantienen viva la conexión con su tierra.
Nancy llegó a Salamanca con apenas 21 años, dejando atrás los llanos centrales de Venezuela. Nancy es oriunda del estado Carabobo, cerca de Valencia, mientras que su madre, Nelly Ortiz, proviene del estado Portuguesa. «Recuerdo que llegué con una maleta, sin conocer a nadie, un poco perdida, pero con la esperanza de empezar de nuevo. La ciudad me parecía enorme y todo era diferente, desde el clima hasta la manera de vivir de la gente. Fue un cambio radical, pero necesario», recuerda Nancy.
A pesar de la distancia, Nancy y su madre siempre han seguido de cerca la política venezolana y la trayectoria de Corina Machado. Cuando se enteraron del Nobel, Nancy no dudó en expresar su asombro: «¡Aluciflipando! Nos alegra muchísimo. Es un orgullo enorme para todos los venezolanos». Nelly Ortiz, por su parte, resaltó la valentía y coherencia de Machado: «Es una mujer luchadora, feminista, pacífica y pacifista, que nunca ha dejado de enfrentarse a las injusticias en su país».
Machado ha sido una figura central de la oposición en Venezuela durante décadas, enfrentando los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro desde la Asamblea Nacional. Ha denunciado expropiaciones, corrupción y violaciones de derechos humanos, arriesgando su vida y la de su familia en varias ocasiones. Nancy y Nelly destacan especialmente que Machado nunca abandonó el país, lo que la convierte en un ejemplo aún más admirable de perseverancia y compromiso.
«Lo que más nos impresiona es que siempre estuvo allí, en medio del conflicto, enfrentándose al régimen, buscando aliados internacionales y protegiéndose a ella y a su familia. Ver que recibe un Nobel de la Paz nos deja literalmente aluciflipando», afirma Nancy, quien se mantiene conectada con Venezuela pese a vivir en Salamanca.
El galardón a Machado también refleja la resistencia y la esperanza de quienes emigraron de Venezuela. Nancy, que ha construido su vida en España, reconoce que este premio es un recordatorio de la importancia de seguir luchando por la justicia y la democracia. «Ver que alguien de mi país, que ha trabajado tanto y arriesgado tanto, recibe un reconocimiento así, nos llena de orgullo y esperanza. Nos deja aluciflipando, y nos recuerda que la lucha nunca es en vano», concluye Nancy.
Para Nelly, madre de Nancy, el Nobel también es un mensaje de valentía: «Nos enseña que se puede enfrentar la adversidad con inteligencia, estrategia y determinación. Corina Machado es un ejemplo de cómo se puede luchar por los demás sin abandonar los principios».
El Premio Nobel de la Paz otorgado a Corina Machado es celebrado no solo por los venezolanos que permanecen en su país, sino también por quienes viven en el extranjero, como Nancy y Nelly, quienes ven en ella un símbolo de esperanza, resistencia y el compromiso de toda una vida con la justicia y la democracia.