Caso Muface en Castilla y León: más listas de espera y un agujero de más de 60 millones

La Consejería de Sanidad que lidera Alejandro Vázquez prevé que si finalmente se desmantela el sistema de Muface -y la amenaza de hacer lo mismo con Isfas y Mugeju-, Castilla y León va a sufrir un fuerte impacto tanto en listas de espera como en problemas de financiación.

«En números redondos, en Castilla y León hay unos 110.000 mutualistas, de los que 30.000 ya reciben atención a través de Sacyl, por lo que tendríamos que incorporar a otros 80.000. Esto es como asumir a casi toda la provincia de Soria en cuestión de meses», argumenta el consejero de Sanidad. Una opinión que es compartida por otras comunidades. «Es una locura. Van a bloquear el sistema», claman desde Madrid.

Los responsables de la sanidad de Castilla y León están seguros de que -aunque Mónica García apunte que el impacto sería mínimo- la llegada de 80.000 pacientes nuevos va a tensionar el sistema. «Es un clavo más que se pone en el sistema de salud y nosotros vamos a ser de los más concernidos porque la tasa de mutualistas con respecto a la tasa de tarjetas es la tercera más alta del país. De todas las comunidades, Andalucía, Castilla y León y Extremadura serán las que tengan que incorporar a un mayor porcentaje de pacientes de más de 65 años. No lo digo yo. Lo dice el propio Ministerio en el informe que han elaborado», recalca Alejandro Vázquez.

El problema de la financiación está poniendo de acuerdo tanto a políticos como a colectivos sindicales: no basta con que el Gobierno transfiera los cerca de 2.000 millones de euros que tenía pensado gastar en Muface. Tendría que ser cerca del doble.

«Con lo que dice el Gobierno que transferiría a las comunidades sale a unos 1.100 euros por mutualista, en números redondos, pero es que los presupuestos de Castilla y León contemplan un gasto medio por tarjeta sanitaria de más de 2.100 euros. Ahí se incluyen jóvenes y mayores, pero los pacientes nuevos que llegarían desde Muface serían sobre todo mayores», advierten desde Sacyl.

En efecto, según los últimos datos oficiales publicados, el gasto medio de un paciente de Muface es de 1.032 euros, que se quedan bastante lejos de los 2.100 euros por tarjeta sanitaria que invierte la Junta de Castilla y León en gasto sanitario por ciudadano.

Esto implica que si el Gobierno se limita a transferir lo que se venía gastando en los mutualistas de Muface va a dejar un importante agujero en las arcas de las comunidades autónomas. Los 80.000 mutualistas que pueden ingresar en Sacyl costarían 104 millones de euros -con tarifa Muface- o 168 millones de euros con el gasto medio que dedica la Junta de Castilla y León. Es decir, el agujero para la Comunidad podría rondar los 64 millones de euros.

Otra opción es que el Gobierno aumente en proporción las transferencias que tiene que realizar a las comunidades autónomas para cubrir la diferencia, pero en ese caso el sobregasto sería superior -incluso- al que le reclamaban las aseguradoras (DKV, Asisa y Adeslas) para renovar el concierto de Muface.

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