Manuel Aires: “Soy un afectado de primera”
El presidente de la comunidad de regantes del canal de Villagonzalo, ha perdido a sus padres por la pandemia: “He tenido esa desgracia”
La situación provocada por el coronavirus es de mucha incertidumbre en multitud de sectores, entre ellos en la agricultura. Manuel Aires lo sabe bien, pero además a él le ha tocado sufrir los efectos del COVID-19 de la peor manera, con el fallecimiento de su padre y su madre durante este tiempo.
“Parece que la situación está un poco mejor y se empieza a respirar un poco de optimismo. Yo he tenido la desgracia de perder a mis padres en esta pandemia, así que soy un afectado de primera”, explica sobre lo que le ha tocado vivir.
Los efectos económicos ya se están notando y Manuel Aires da su visión de panorama en el campo: “En el sector patatero y en general veo mucho pesimismo. No es que hablemos mucho entre nosotros porque no tenemos los puntos de reunión, pero lo veo en los foros de Facebook y demás. En el sur, en las zonas más tempranas, no han empezado con alegría, aunque tampoco es un desastre. Los precios son un poco más moderados a estas alturas pero eso tampoco quiere decir nada. Viendo el panorama y que las cosas no van bien ni en España ni en Europa en todos los sectores, está claro que tampoco en el sector primario”.
De las ayudas públicas no espera que puedan ser la solución: “Lo de las ayudas a mí personalmente... Siempre me parecen insuficientes, injustas y que llegan tarde”.
Manuel Aires explica que las condiciones de trabajo no han cambiado y que en el resto de la vida cotidiana cumplen con las normas como los demás: “Hemos podido trabajar con normalidad, no hemos tenido restricciones. Hemos hecho la cuarentena como todo el mundo, con las familias sin salir de casa y nosotros de allí al trabajo y vuelta. En el entorno rural se ha llevado la situación con bastante normalidad”.
“Los terneros valen hoy lo mismo que hace 30 años”
Fabián Sánchez es ganadero en la localidad de Valdefuentes de Sangusín y, a la vez, trabaja en un matadero en Guijuelo. La crisis del coronavirus ha hecho tambalear la industria cárnica por el cierre de la hostelería y, por tanto, la bajada de las ventas.
En su opinión, el sector ganadero “está fastidiado” porque “pastos hay muchos pero no hay salida para la carne”. Esto trae consigo que “el ganado valga muy poco” y no habla solamente de vacuno sino también del ovino y el porcino. Además, explica que “a los ganaderos nos están apretando muchísimo” como consecuencia del cierre del sector de la hostelería por las restricciones del estado de alarma motivado por la crisis del coronavirus. Tal es la situación que el ganadero de Valdefuentes de Sangusín cifra la bajada de los precios en 200 o 300 euros por cabeza de ganado, lo que supone un 30 por ciento con respecto a otros años. De hecho, explica que el precio del ternero ha bajado pero el precio de venta al público se mantiene en los mismos niveles en una situación que equipara a hace décadas ya que “los terneros que se venden hoy en día valen lo mismo que hace 30 años”.
En cuanto al vacuno, Fabián Sánchez afirma que el problema también viene derivado del cierre de fronteras porque “el vacuno de la provincia de Salamanca se exporta bastante” y, por tanto, “ahora se consume muy poco”. En este sentido, comenta que la pandemia ha afectado también al consumo ya que “en España se consume bastante, pero no todo lo que se mata y dependemos de la exportación a Países Árabes, que ahora mismo está parada"
Con respecto al porcino, por su trabajo en un matadero de Guijuelo, matiza que “se está adelantando la campaña del año que viene porque el cerdo ibérico está en mínimos históricos” y, por tanto, los industriales “están aprovechando para matar al estar tan barato y congelarlo para cuando los precios suban para venderlo”. La bajada de los precios afecta tanto al cerdo como al tostón en una situación atípica por la pandemia.
