Los salmantinos son los que menos test se han hecho de toda la Comunidad
Desde el 1 de julio la media es de un test por cada 7,3 personas | La provincia está lejos de los márgenes óptimos tanto en tasa de positividad como en tasa de trazabilidad
Miércoles, 25 de agosto 2021, 21:13
Los indicadores de hospitalización o incidencia en Salamanca son de lo mejorcito a nivel nacional, pero en cambio ‘cojean’ respecto a las tasas de positividad y trazabilidad, que están lejos de los márgenes que se consideran óptimos. La tasa de positividad actual de la provincia es del 12,45%, cuando la OMS indica que no debería superar el 5%.
Este porcentaje se calcula con el número de pruebas positivas respecto al total de pruebas realizadas. Así, cuantas más pruebas se hacen más posible es que baje la positividad. Sin embargo, durante los últimos dos meses -desde el 1 de julio- Salamanca es la provincia de Castilla y León en la que menos test se hacen por habitante: un test por cada 7,30 ciudadanos. En el otro extremo está Burgos, que realiza un test por cada 4,7 habitantes.
Precisamente Salamanca y Burgos comparten la tasa de trazabilidad más baja de Castilla y León. Es decir, son las provincias que están teniendo más problemas para ‘investigar’ si un contagiado ha infectado a más personas -a las que habría que aislar inmediatamente-, o para determinar cuál puede ser el origen de un brote y avisar así a otros posibles afectados.
Según el Ministerio de Sanidad, los casos con trazabilidad son aquellos que “se recogen como contactos de casos confirmados, casos diagnosticados asociados a un brote y casos importados”. Dicho de otra forma, son aquellos casos en los que se sabe quién les contagió.
Actualmente en Salamanca solo el 51,5% de los casos son trazables, mientras que a la otra mitad se les pierde la pista y pueden seguir expandiendo el virus.
Una de las claves para mejorar la estadística de trazabilidad es el rastreo. Cuántos más profesionales tengas más rápido y exhaustivamente se puede actuar para aplicar aislamientos.
Salamanca cuenta ahora mismo con 34 rastreadores de Sacyl, lo que supone una ratio de un rastreador por cada 9.684 habitantes —casi el doble del mínimo que se exigía en 2020 para realizar la desescalada: un rastreador cada 5.000 habitantes—, aunque la ratio real es mucho más baja gracias a los rastreadores del Ejército. Ahora mismo hay 210 efectivos trabajando en Castilla y León y se reparten las distintas provincias en función de su incidencia.
Desde Sacyl se apunta que una de las claves de la baja trazabilidad a lo largo de este verano radica en “la cantidad de contactos estrechos que los jóvenes pueden llegar a tener en una única noche, o en los últimos dos días, con personas de las que no saben ni su nombre ni el teléfono”. Por otra parte, la cantidad de contactos con los que reportan haber estado resultaba “inabarcable para los rastreadores”. Motivo por el que se limitó el rastreo a las últimas 48 horas.