Borrar

Las llamadas desde las cabinas de teléfono pasan a la historia

Los 46 teléfonos públicos que resisten en la capital serán suprimidos con la nueva ley en los próximos meses. | Algunos se conservarán para fomentar la cultura

Jueves, 26 de agosto 2021, 21:05

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La provincia de Salamanca sigue conservando un total de 98 cabinas, pero solo 46 de ellas se encuentran situadas por las calles de la capital. Con la llegada del teléfono móvil, el número de estas ha ido sufriendo caídas progresivas con respecto a las últimas dos décadas. Así, hace veintiún años, en el año 2000, se contabilizaban 684 teléfonos públicos, de los cuales 381 estaban instalados en la ciudad. Esto supone que solo un 13% de las que fueron entonces se resisten a sobrevivir.

Según datos de Telefónica, la empresa que se encarga de mantener este servicio universal, en España hay establecidas 14.824 a día de hoy, pero la mayoría de ellas en peligro de extinción porque están deterioradas o se encuentran en desuso. Otras han sido reutilizadas para diferentes servicios, como ocurre en el barrio del Oeste, donde sus vecinos han apostado por fomentar la cultura transformando una de ellas en ‘Bibliocabina’ y otra en obra artística.

La Ley vigente de Telecomunicaciones recoge que la empresa tiene que respetar una cabina en cada municipio con más de 1.000 habitantes y una adicional por cada 3.000. Esto cambiará con la entrada en vigor de una ley que posibilitará la retirada de los terminales debido a que las que quedan apenas registran una llamada por semana y no producen rentabilidad.

La nueva Ley estatal de Telecomunicaciones, que se aprobará en los próximos meses, prevé suprimir las cabinas. Estas se retirarán del mobiliario callejero para convertirse en un simple recuerdo. También dejarán de ser una prestación obligatoria para los ciudadanos, como así ha ocurrido el pasado marzo con la desaparición, en formato papel, de las guías telefónicas.

Algunas cabinas, que se han aprovechado para otros usos, se conservarán tras la retirada de las restantes, como la ‘Bibliocabina’ situada en la plaza del barrio del Oeste. Esta fue diseñada en el año 2015 por la asociación de vecinos Zoes, que decidió pintar y colocar baldas a una de las cabinas de la zona para convertirla en un punto donde la gente pudiese dejar y coger libros. “La razón por la que realizamos la ‘Bibliocabina’ fue porque el barrio carecía de biblioteca, y nos pareció una buena iniciativa el intercambio de libros a pie de calle”, explica Inma Cid, la presidenta de Zoes.

Muchos salmantinos están satisfechos con el servicio y se trasladan al barrio para coger y prestar nuevos libros. “Yo no soy de la zona, pero me acerco para llevarme libros a casa y cuando los termino de leer los traigo de vuelta. Es una iniciativa estupenda porque no todo el mundo puede comprar libros”, expresa Mariana Rivas, una usuaria de la ‘Bibliocabina’.

La joven Esther Pérez recuerda que ella ha usado alguna vez el servicio de telefonía pública, pero “hace mucho y cuando era muy pequeña”. “La idea de la ‘Bibliocabina’ es perfecta porque rehabilita lo que ya no se usa y se modifica para algo tan necesario como es la lectura”, reconoce.

Otra de las terminales ubicada en la confluencia entre la avenida Italia con la calle Valle Inclán se ha adecentado con “El Iluminado”, una obra pintada en las paredes de la cabina por el artista Felipe Piñuela. “Al final es reciclar un mobiliario que antes estaba destrozado por el vandalismo. A mí me parece muy bien porque se promueve el arte a nivel callejero y muchos autores pueden darse a conocer”, declara la salmantina Elena Mateos.

Algunas estructuras, que ya carecen de teléfonos públicos, son empleadas por los salmantinos como tablones de anuncios para colocar publicidad.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios