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La fachada del edificio afectado, antes y después de la limpieza.
La vida después del hollín en el barrio de Los Alcaldes

La vida después del hollín en el barrio de Los Alcaldes

Un mes después del incendio en un garaje de la calle Alcalde García Peñuela en Los Alcaldes, los vecinos hacen vida normal tras el cambio de tuberías, la limpieza de fachada y las obras en el aparcamiento

Miércoles, 10 de agosto 2022, 20:56

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Durante días, estuvieron sin agua en sus viviendas y tuvieron que apañárselas para salir del paso. Una cinta policial les impedía el paso al garaje y el hollín y el intenso olor a humo hicieron que algunos, sobre todo aquellos de las plantas bajas, se marcharan a casa de familiares y amigos. Pero un mes después del fatídico incendio en el aparcamiento subterráneo del bloque de pisos de la calle Alcalde García Peñuela del barrio de Los Alcaldes, que calcinó siete coches y dañó otros doce, la normalidad ha vuelto al edificio.

No ha sido un recorrido fácil y tal y como explican los vecinos a este diario, después del tremendo incendio, que por suerte se zanjó sin dejar heridos, han tenido que realizar un sinfín de gestiones con las aseguradoras para justificar lo ocurrido y conseguir el abono de las obras de reparación. “El seguro de la comunidad se hizo cargo de lo que son los desperfectos generados en el edificio”, explica uno de los residentes.

En concreto, lo primero que se acometió fue el cambio de tuberías y desagües, lo que permitió que los afectados recobraran el agua esa misma semana. Posteriormente, se realizaron las tareas de limpieza de la fachada —que a día de hoy continúan— para acto seguido comenzar con la obra en el garaje, completamente calcinado. “Principalmente ha sido desescombrar, limpiar y pintar. Llevan un mes los obreros trabajando y aunque no sabemos cuándo acabarán, al menos se prolongarán hasta finales de verano”, añade.

El seguro de la comunidad se ha hecho cargo de los desperfectos registrados en el bloque de pisos

En lo que a los vehículos quemados se refiere, algunos de los propietarios han obtenido un coche nuevo, mientras que otros están a la espera de hacerlo, aunque algunos directamente han perdido su vehículo. Y es que en función del seguro que tuviera esa persona contratado, han podido sustituir el turismo por otro o no. “Nosotros en nuestro caso teníamos que pagar una diferencia y esperar cerca de un año para tener un nuevo coche y hemos preferido no tenerlo. También han cambiado nuestras necesidades y sinceramente ahora no lo necesitamos”, apunta otra de las afectadas.

En definitiva, un importante cambio de aires en el bloque de pisos que no ha hecho olvidar a los vecinos lo ocurrido, aunque ha ayudado. Así, pese a no convivir permanentemente con el color negro en las paredes, afirman que cuando lo recuerdan aún “sienten el susto en el cuerpo”, como si se tratara de una mala pesadilla. Eso sí, todos coinciden al afirmar que pese a los importantes daños materiales no hubo que lamentar víctimas ni se vio afectada la estructura del edificio.

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