Secciones
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Las residencias de ancianos de Salamanca han certificado su primera ‘semana perfecta’ desde que comenzó la pandemia por el coronavirus: cero fallecidos, cero contagiados y cero ancianos aislados por síntomas compatibles con la covid.
El efecto de la vacunación ya se nota. Ha tardado algunas semanas puesto que la primera dosis se administró en Salamanca en la última semana de diciembre. Llegar al 100% de las residencias de la provincia tomó un par de semanas. Después hubo que aguardar 21 días para poder administrar la segunda dosis y otros 7-10 días más para que el organismo genere la máxima cantidad de anticuerpos posibles y alcanzar la inmunidad deseada. En resumen, que es a partir de marzo cuando se puede medir la efectividad de la vacunación y los resultados no dejan lugar a la duda. Es lo mismo que sucedió en países que, como Israel, llevaban semanas de adelanto: las curvas de contagios, ingresos y muertos caen totalmente en picado en la franja de mayores de 65 años.
En el caso de Salamanca -y de toda Castilla y León- la franja de edad no abarca tanto porque no ha sido una fase para mayores de 65, sino exclusivamente para internos en residencias, que suelen ser mayores de 70.
Según los datos que publica la Junta de Castilla y León, en Salamanca han sido vacunados 5.761 usuarios de residencias.
Más recientemente ha comenzado la vacunación de mayores de 90 años y de grandes dependientes -que también tienen una media de edad muy avanzada-, pero en ambos casos es pronto para hablar de inmunización puesto que están pendientes de la segunda dosis.
Los números de esta última semana son especiales porque están incluidos en la tercera ola -la más impactante hasta el momento- y aún así son mejores que los del verano. Es cierto que desde el 1 de junio hasta el 14 de julio no se registró ninguna muerte en las residencias salmantinas, pero sí que hubo un constante baile en las cifras de contagiados y sospechosos, que subían y bajaban de una semana para otra.
Ahora los controles periódicos son más estables. Aún así se producen situaciones como la de la semana del 5 al 12 de febrero, en la que el acumulado de contagios totales desde el inicio de la pandemia disminuyó respecto a la semana anterior. Estas fluctuaciones -apuntan- se deben a personas que dieron positivo mediante un test rápido o una serología poco concluyente, y en una posterior PCR presentaron un resultado negativo, por lo que ese caso confirmado se anula.
Durante esta tercera ola, que comenzó oficialmente a principios de enero, han perdido la vida 60 personas que vivían en residencias de mayores. La cifra es muy inferior a la de las anteriores olas. Durante la primera ola fallecieron 260 ancianos a los que sí se les hizo la prueba para certificar que estaban contagiados, más otras 207 personas que fallecieron con síntoma compatibles, pero sin que se les practicara una PCR.
Desde el verano hasta finales de año hubo que sumar casi 100 víctimas mortales más a causa del coronavirus. Sin embargo, a partir de enero se empezó a notar un descenso en esta trágica curva. Al principio, por el efecto que ya confiere la primera dosis, y desde marzo porque la inmunidad completa ya hace casi imposible una infección tan grave que desemboque en la muerte. La vacuna de Pfizer, que es la que se ha utilizado en residencias garantiza un 95% de inmunidad -no contagiarse-, pero alcanza el 100% cuando se habla de fallecimiento. Se puede contraer el virus, pero es prácticamente imposible que cause la muerte.
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, confirmó esta semana que se ha llegado al 100% de las residencias de ancianos de Castilla y León, aunque no todos los usuarios han sido vacunados. En concreto, dijo que “en torno al 2 de los mayores” que viven en estos lugares que no han recibido la vacuna, “ya sea porque se trata de personas de una edad muy avanzada y vulnerables o por contar con alguna patología que no es compatible con la vacuna”, especificó.
Cuando la Consejería de Familia empezó a elaborar la estadística de contagios en las residencias de Salamanca había 6.640 ancianos institucionalizados. Casi un año después la cifra de contagiados confirmados asciende a 2.015, aunque otros muchos pueden haberse contagiado también, pero sin prueba diagnóstica que lo confirme. Casi uno de cada tres han pasado el coronavirus. La estadística más atroz es la de fallecimientos. De esos 2.015 usuarios perdieron la vida 410: una letalida del 20% entre la población más vulnerable. El porcentaje sube de forma escalofriante si se le suman los 207 mayores que fallecieron son síntoma compatibles, pero sin test que lo confirmara.
Casi un tercio de los mayores de 80 años de Salamanca ya han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus, según informaba la Junta de Castilla y León a mediados de esta semana. En este porcentaje se incluyen los mayores de residencias de ancianos, que son los que ya han recibido las dos dosis: 5.761 han recibido el ciclo completo y cerca de 5.500 mayores más han recibido la primera inyección.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.