La incierta vuelta a clase arrasa con los termómetros y mascarillas de niños en Salamanca
Las familias dejaron las compras para última hora por las dudas sobre el inicio del curso y los protocolos | Toallitas desinfectantes y geles para mochilas, también ‘desaparecidos’
Viernes, 11 de septiembre 2020, 09:09
La incertidumbre hasta última hora sobre la vuelta al colegio y los protocolos a seguir se ha traducido en que sea casi imposible encontrar productos como termómetros, mascarillas para niños o toallitas desinfectantes. Muchas familias apuraron hasta última hora antes de acometer ciertas compras -como los libros de texto- ante la duda de si la pandemia permitiría iniciar el curso escolar.
Apenas unos días antes de abrir las aulas cada centro escolar publicó sus propios protocolos con requisitos como tomar la temperatura del niño cada mañana, tener varias mascarillas de repuesto o llevar toallitas desinfectantes para el uso de baños o la limpieza de material.
Tanto en farmacias como en grandes superficies confirman a este diario que muchos de estos productos son casi imposibles de conseguir y depende de la destreza de cada farmacéutico para moverse y encontrar proveedores.
“Realmente los termómetros más fiables son los de toda la vida, pero como los de mercurio no se pueden vender, ahora se usan los de galio. En cualquier caso son termómetros de contacto”, precisa una farmacéutica salmantina.
Respecto a los termómetros de infrarrojos que toman la temperatura apuntando al cuerpo de la persona, los especialistas reconocen que “te tienes que acercar mucho para que te dé la temperatura correcta” y eso genera un problema: “Si es para usar en colegios lo ideal es que no toque al niño, porque luego toca a otro, y eso hace que la medición no sea precisa. Además, si se hace al sol o se hace a la sombra también afecta a la temperatura. Si es para uso personal es más recomendable porque sí puedes ponerlo pegado a la frente y te da una temperatura más precisa. Nuestros delegados dicen que tienen una precisión del 90%”, explican.
Este tipo de dispositivos han volado porque la alta demanda ha coincidido con una espectacular bajada de los precios. “En el mes de marzo los termómetros de infrarrojos de buena calidad costaban 93 euros y ese mismo termómetros lo vendemos ahora por 31,50 euros”, aseguran en una farmacia de la capital, que siguen apostando por los termómetros de contacto, aunque tengan el inconveniente de tardar más tiempo en alcanzar la medición: “Se recomienda un mínimo de tres minutos bajo la axila”.
Otro de los productos difícilmente conseguibles son las mascarillas para niños, así como unos geles hidroalcohólicos que se enganchan en las mochilas.