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Viernes, 19 de agosto 2022, 12:11
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La estadística del Ministerio de Seguridad Social ofrece que en la primera quincena de agosto se han perdido en España 170.000 afiliados, una cifra que constataría el cambio de tendencia en el mercado laboral que ya se vislumbraba en julio, con unos resultados pobres en comparación con años anteriores y que empezaban a reflejar los efectos de la alta inflación y de la crisis energética. Nubarrones negros que, sin embargo, apenas han dejado consecuencias negativas en la primera mitad de agosto en Salamanca.
Los datos reflejan que la media de afiliados a la Seguridad Social en España durante la primera quincena de agosto era de 20.170.930. Esto supone un descenso de 170.000 en comparación con la media de julio, que fue de 20.340.964.
Esta importante caída apenas ha tenido efecto en la provincia salmantina. El Ministerio contabiliza una media de 124.471 cotizantes del 1 al 16 de agosto, apenas medio centenar menos que en julio, en los que hubo 124.520.
Varios factores juegan a favor de Salamanca para, al menos de momento, contener la pérdida de empleo. Uno de ellos es el peso que tiene la hostelería, que suele alargar más los contratos de verano con motivo de las fiestas de septiembre. Además, el peso del empleo público, en crecimiento, es superior al de otras provincias. Y la dependencia de la industria, de los sectores más afectados por el elevado precio de la energía, es escasa.
El número de afiliados extranjeros a la Seguridad Social en Salamanca alcanzó los 6.385 de media en julio, lo que supone un aumento en términos mensuales de un 2,19 % (137 afiliados más), y anuales del 14,37 % (802 afiliados más que hace un año). En Castilla y León, el número de afiliados extranjeros también subió hasta situarse en 72.203 personas, lo que equivale a un aumento mensual del 2,44% (1.718 afiliados más), y un incremento anual del 8,43 %, lo que equivale a 5.613 trabajadores afiliados más.
La estadística confirma que España, y Salamanca en concreto, han recuperado atractivo para la inmigración, además de ser profesionales muy demandados en sectores que tienen dificultades para encontrar empleados, como la hostelería o la construcción.
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