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¿Reciben los salmantinos cada vez menos suerte por pisar excrementos de perro al escasear en las aceras? Parece que la respuesta a esta popular superstición varía de acuerdo al barrio en el que se pasee, pero la mayoría de presidentes de asociaciones vecinales coinciden en que, a la vez que crece el número de perros en la ciudad, también lo hace la conciencia ciudadana.
Si se tienen en cuenta los expedientes sanciones de la Policía Local, se puede afirmar que el comportamiento de los dueños de los más de 15.000 perros censados en el Ayuntamiento es casi óptimo en Salamanca. En los tres primeros meses de este año, se han impuesto solo 14, ya sea por no recoger excrementos, llevar al animal suelto o no llevarlo con bozal en caso de que sea una raza considerada peligrosa.
En el barrio de la Aldehuela, Eladio, que asume la postura de representante vecinal, considera que hay una “actitud cívica de momento”. Si bien, tanto él como otras personas de la zona han observado que, si se han encontrado excrementos, corresponden a perros de pequeño tamaño. Eladio Martín destaca que cada vez se ve a más gente acompañada con bolsitas para recoger los excrementos de sus mascotas. “En el parque de Jesús del Perdón van con sus bolsas y su correa”, detalla.
En las inmediaciones del río, en Huerta Otea, la presidenta vecinal Elena Rodríguez, sí ha percibido quejas por perros que están sueltos en los parques y por excrementos. No obstante, reconoce que “para la cantidad de perros que hay, no es un problema grave”. Además, destaca que es un barrio donde vive mucha gente joven, por lo que “la misma gente que tiene perro, pasea con niños pequeños y está concienciada”.
En el barrio del Oeste, la cara más visible de la asociación vecinal ZOES, Inmaculada Cid, utiliza la opinión de una de sus compañeras para comparar la situación actual con un pasado no tan lejano: “Ella llegó hace diez años al barrio y dice que ha mejorado muchísimo el tema de los excrementos”. Si bien reconoce que es raro encontrarse con restos en las aceras, Inmaculada también aplaude la respuesta inmediata del Ayuntamiento cuando se les avisa de que una acera está sucia. Se muestra “optimista” porque “los propietarios cada vez tienen más conciencia”.
Una posición menos alentadora caracteriza la de Román García, presidente vecinal en Los Alcaldes, que afirma tajante que esta zona más alejada del centro es una “porquería”. Igualmente, rechaza que sean los propios vecinos los que dejan que sus perros hagan sus necesidades en las calles del barrio. “A mí me encantan los animales, pero si tienes un perro, cuídalo”.
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