La huelga de los técnicos sanitarios prevé paralizar los hospitales el 2 y 3 de junio
Convocan un paro de 48 horas en todos los centros -públicos y privados- del país. Afecta a Radioterapia, Radiodiagnóstico, laboratorios y Anatomía Patológica, entre otros. Piden pasar al grupo B y que su formación sea convalidada como un grado universitario
Los Técnicos Superiores Sanitarios han decidido que «no queda más remedio» que paralizar los hospitales del país para que el Ministerio de Sanidad les tenga en cuenta. Bajo este argumento se ha convocado una huelga general de 48 horas los días 2 y 3 de junio, que afectará a todos los centros sanitarios del país, tanto públicos como privados.
Según apuntan los convocantes, la huelga incluye a profesionales de Radiodiagnóstico, Radioterapia, Laboratorio Clínico y Biomédico, Anatomía Patológica y Citodiagnóstico, entre otras disciplinas.
La reivindicación central es el reconocimiento oficial como profesión sanitaria titulada y regulada, así como la transformación de sus titulaciones en Grados Universitarios, conforme al Espacio Europeo de Educación Superior.
«El sistema no puede seguir ignorando que, sin nosotros, no se puede garantizar ni el diagnóstico ni los tratamientos de alta tecnología. Si los Técnicos Superiores Sanitarios paramos, los hospitales se detienen», afirma Juan Carlos Rodríguez Pérez, presidente de la Asociación Española de Técnicos de Laboratorio (AETEL). «No queremos molestar a los pacientes, pero llevamos más de 40 años siendo el motor invisible de la sanidad, y ya es hora de que se nos reconozca como lo que somos: profesionales sanitarios de alto nivel técnico y formativo», añade el representante salmantino.
La huelga está impulsada por diversas entidades profesionales, que exigen también el encaje del colectivo en el grupo B del Estatuto Básico del Empleado Público, el acceso a formación especializada mediante diplomas de acreditación avanzada, y la dependencia jerárquica única de la Dirección Médica a nivel estatal. Denuncian, además, la exclusión sistemática de sus aportaciones en la reforma del Estatuto Marco del Sistema Nacional de Salud y en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias.
«Llevamos años aportando argumentos jurídicos, técnicos y educativos. Nos cierran la puerta una y otra vez, mientras a otros colectivos sí se les escucha. Esta huelga es una respuesta proporcional a un desprecio institucional continuado», concluye Rodríguez Pérez.
