Hostelería y gimnasios se rebelan contra las «abusivas» tasas de la SGAE

Estos negocios no solo tienen que hacer frente a las facturas de la SGAE, sino también a las de la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes (AIE) y a las de la Asociación de Gestión de Derechos Intelectuales (AGEDI), entre otras.

El sector de la hostelería tacha de «injustas» las tasas por el servicio, sobre todo para las pequeñas empresas salmantinas que les es «complicado» hacer frente a los pagos a final de mes. «Algunas provincias tienen un consenso con la sociedad, pero en Salamanca no existe esa ventaja y sería muy necesaria», detalla el presidente de CES, Antonio Rollán.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Hostelería, Jorge Moro añade que son pagos «excesivos» para según que locales y establecimientos: «Si los ingresos van destinados a los artistas, bienvenidos sean, el problema está en que son cuotas altas para un autónomo con un bar pequeño. Hay sectores a los que no deberían cobrar, como por ejemplo a las peluquerías, pues son negocios que no están relacionados con la música».

Detrás de la queja también sobrevuela la incomprensión por el servicio, que a veces se paga doblemente. Un local de ocio nocturno puede llegar a pagar más de 150 euros al mes, según el responsable de ocio nocturno, Manuel Herrero: «Tenemos una tarifa mensual que varían en función del aforo. Pagamos por la SGAE, AGEDI, AIE, por plataformas de música como Spotify y a los DJs que contratamos. Al final pagamos dos y tres veces más solo por tener música, pero cuando se ha luchado por ese impuesto en los tribunales se ha perdido, así que tenemos que abonarlo porque si no nos mandan una carta directa del juzgado».

Además de estos gastos, el responsable manifiesta que el ocio nocturno salmantino sufre un deterioro del volumen de facturación «importante». «Es cierto que después de la pandemia hubo un boom, la gente quería salir, pero después han proliferado licencias nuevas y la cosa está floja. Lo podemos observar por el volumen de ventas de refrescos, en 2023 pegaron un bajón de un 28% con respecto al 2022 y por consiguiente, han bajado las ventas de las copas porque estas van relacionadas con los refrescos», apunta Manuel Herrero.

Asimismo, el sector de los gimnasios se suma a las discrepancias por el cobro del servicio de derechos de autor y de propiedad intelectual. «Nos subieron de un 8% a un 21% de impuestos, si a ello le sumamos pagos como la SGAE, nos asfixian. Fuimos uno de los sectores más perjudicados en la pandemia, ahora estamos intentando salir adelante, pero estos impuestos no ayudan para nada», lamenta Maite Hernández.

En los gimnasios también varían las tasas en función de los metros cuadrados del local. «Hay centros deportivos que pagan 60 euros al trimestre, pero otros han llegado a abonar hasta 600 euros al trimestre. Una obligación impuesta que se traduce en importes muy elevados», precisa la presidenta de la Asociación de Gimnasios, que recuerda que son un «sector de necesidad». «Somos imprescindibles para ayudar a tener una buena salud y en vez de ponernos tantas barreras, necesitamos que nos ayuden para mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos».

El Ayuntamiento de Salamanca pagó 72.957, 71 euros a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en el año 2023. De este total, la cantidad que corresponde a las Ferias y Fiestas en honor a la Virgen de la Vega son 32.316 euros, un 7% del presupuesto total invertido en los conciertos (471.718, 50 euros), según fuentes municipales.