Este es el perfil de los fallecidos en Salamanca en la segunda ola de la COVID-19

A finales de la pasada semana sí hubo que lamentar un fallecido dentro de la Unidad de Cuidados Intensivos. Se trataba de un septuagenario que rompía una dinámica impoluta de los intesivistas salmantinos, capaces de sacar adelante a los enfermos más graves.

Otro de los datos que destacan en las estadísticas de Medicina Interna es que “los fallecidos son mayores que los de la primera ola”, aunque la media de los ingresados es menor: entre 50 y 60 años de media.

La mortalidad (la relación entre pacientes ingresados y pacientes que terminan falleciendo) es menor a la de la primera ola, pero, aunque lentamente, está subiendo poco a poco.

Otro de los datos significativos es que la cifra de fallecidos en residencias coincide muchos días con la cifra de fallecidos en el Hospital. Es decir, que buena parte de los fallecidos en el Clínico son internos de residencias de ancianos a los que se traslada al Hospital para procurarle cuidados, aunque por sus enfermedades previas no suelen ser pacientes susceptibles de ingresar en la UCI por la agresividad de los tratamientos.