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Toño Casado, que en lo más duro del confinamiento ha hecho misas, radio y conciertos por internet.
El polifacético sacerdote salmantino... que es artista y escritor: “El arte me viene de que soy de Salamanca”

El polifacético sacerdote salmantino... que es artista y escritor: “El arte me viene de que soy de Salamanca”

Ha debutado en la literatura con un Evangelio apócrifo

Lunes, 1 de febrero 2021, 16:45

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Polifacético en el mundo artístico, Toño Casado, sacerdote salmantino creador de “33 El Musical”, debuta en la literatura con un Evangelio apócrifo contado de primera mano por la Damiana, una vieja chismosa que conduce la narración en “La vecina de Jesús. La vida y milagros de Cristo como jamás se han contado” (Martínez Roca).

–Su consigna es amor y humor.

–Con la época que estamos atravesando es necesario para afrontar la vida. Es típico de los españoles enfrentarnos a las tragedias a base de chistes. Acercarnos a la vida de Jesús de mano de la Damiana, que es un personaje muy divertido, hace surgir la sonrisa y las risas, según me cuentan los lectores. Es descacharrante.

–La Damiana es una anciana típica de Castilla. Podría ser de Salamanca.

–Podría ser. Es una típica mujer castellana dura, aparentemente fiera, pero que tiene su corazoncito. Este libro es un homenaje a los mayores. Soy de Salamanca y muchas de las historias de la Damiana son también de mis abuelos o de los mayores que conozco.

–Y cuenta con una visión de lechuza de “cuatrocientos ochenta grados”.

–Ella se fija en todo. Está con la Pura y la Manuela, que son el comando de información, y les llama enseguida la atención llegada de Jesús, a quien se refiere con mucho retintín como el Jesusito. Le irá siguiendo. Y Jesús les causa mucha sorpresa, que es algo que aparece mucho en el Evangelio. Todo el mundo que se acerca a Jesús se transforma.

–En el capítulo dedicado al hijo pródigo, el bala perdida es un tuno de Salamanca.

–Y también me han dicho que hay palabras, como irrisión, que utiliza mucho la Damiana, que solo se dicen en Castilla. Yo se la escuché a mis abuelos. Siempre tengo a Salamanca de fondo en mis creaciones. Como soy un artista global, porque me dedico a la música o con Filomena he hecho una escultura de nieve, un Cristo que se hizo viral y dio la vuelta al mundo, la gente me pregunta que de dónde me viene el arte. Y el arte me viene de que soy de Salamanca.

–Además de escribir el libro, ha ilustrado cada capítulo con la Damiana en acción.

–Hay unos 50 dibujos de la Damiana haciendo diferentes cosas. Y va vestida con su toquilla, sus zapatillas de paño, su gato... Algo que de pequeño he visto en Pizarrales con el brasero de picón a la puerta de las casas. Es una imagen de mi infancia.

–El libro está escrito en un tono muy coloquial, de andar por casa.

–Hay un peligro con el Evangelio, que es decir ya me lo sé y lo he oído mil veces. Pero como se ha visto a lo largo de la historia, la riqueza del personaje de Jesús no se agota en un cuadro ni en una obra de teatro ni en una sinfonía. Hay miles de maneras de acercarnos a Jesús y este libro es una manera divertida de hacerlo, sabiendo que Jesús hace y dice lo mismo que en los Evangelios, aunque Damiana lo glose de una manera divertida. Tuve el Evangelio a mano para seleccionar qué capítulos iba a contar.

–Dedica el libro a sus abuelos, al Papa Francisco y a los mayores.

–Tuve la suerte de estar con el Papa, que me invitó a desayunar en el Vaticano y estuve una mañana con él charlando. Tiene una visión muy aguda de la realidad y un sentido del humor muy interesante: le gusta contar chistes y hacer sonreír a los demás. De mis abuelos aprendí muchísimo y ahora que estamos viviendo tiempos dificilísimos para todos, los mayores son un valor: hay que cuidarlos y valorar su sabiduría, no arrinconarlos en un asilo.

–“La vecina de Jesús. La vida y milagros de Cristo como jamás se han contado” responde a su querencia por evangelizar.

–El motivo de todas mis creaciones artísticas es Jesús, cuando hago un musical, pinto, esculpo... Soy artista, pero soy cura y quiero que la gente descubra a Jesús. Y el arte es el camino natural para que la gente se encuentre con Dios. Vemos natural ir a la Catedral de Salamanca y ver como en un cómic la vida de Jesús en las pinturas del retablo. Jesús es la solución a los problemas que tenemos hoy en día: si la gente fuera más compasiva y tuviera más espíritu de hermandad en vez de confrontación, a la sociedad nos iría muchísimo mejor. La Iglesia siempre encontró el camino para transmitir el mensaje de Jesús y que se hiciera popular. Llevamos unos años en los que existe cierto divorcio entre la Iglesia y la sociedad. Y no digamos de la juventud. Pero creo que el problema no es el mensaje, sino el lenguaje. Hemos perdido la capacidad de comunicación y tenemos que encontrarla de nuevo.

–De todas sus facetas artísticas, ¿cuál es la que más le llena?

–Cuando era más joven, elegí la música para trabajar en un taller de escultura y pintura. Pero donde más obras he creado ha sido con la música.

–Hizo un cameo en el espectáculo de Nacho Cano de Nochevieja.

–Me llamó Nacho Cano. Somos amigos. Me dijo que si podía salir con algún compañero en su canción de homenaje a las víctimas de la COVID. Me dijo que también iban a salir bomberos, los chavales de la película “Campeones”, médicos y que quería que salieran sacerdotes, por un lado porque salían en su canción y, por otro, porque valora muchísimo el papel que los sacerdotes estamos haciendo en esta batalla de la pandemia. Y es verdad que los curas no hemos dejado de trabajar y llegar hasta donde nos han permitido con medidas de seguridad; pero no nos hemos echado atrás y acompañamos a mucha gente. Eso Nacho Cano lo valora muchísimo y por eso se puso el crucifijo de un capellán de un hospital.

–¿De dónde viene esa amistad?

–Nos conocimos porque yo soy el autor de “33 El Musical”, que ha estado dos años en cartel en Madrid y han venido más de 200.000 personas a verlo. Él estuvo y le encantó. Nos conocimos y luego, en otras ocasiones, hemos estado juntos. También me invitó al Sonorama en Aranda de Duero cuando volvió a actuar y fui a verle.

–Ha sufrido por algunos problemas legales de “33 El Musical”.

–Por un lado fue muy exitoso y el público se emocionaba. Y los problemas legales están en vías de solución para que pueda cumplir su misión. Económicamente no me ha reportado nada por ahora; sigo siendo un cura pobre, con muchas deudas, y que solo tengo un perro. Aunque estoy muy feliz: el dinero no es mi aspiración; me importa solo para hacer cosas y poder ayudar a la gente. Tengo muchos proyectos pendientes y casi siempre han salido adelante a golpe de voluntad y de ayudas, pero si voy a grabar canciones, hay que pagar el estudio.

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