Una, dos y... ¡al agua!: Así disfrutaban de la piscina los salmantinos en décadas pasadas
Fernán Gómez ensalzó las bicicletas, pero no hay nada para el verano como las piscinas, sobre todo cuando el mar queda lejos. Desde las privadas en los años 50 y 60 a la red de piscinas municipales abierta en los 70 y 80, los salmantinos han sabido disfrutar de los baños estivales
Para la memoria de la mayoria de los urbanitas, el verano en la ciudad huele a cloro y suena a chapoteo y risas infantiles. Ya desde los años 50 pero sobre todo desde los 60, las piscinas fueron ofreciéndose como una más cómoda y saludable alternativa a los baños en el Tormes. Siempre estarán ahí las frescas pozas de los ríos de la provincia, pero tener el baño a apenas unos pasos de casa es una opción imbatible.
Hay antiguos testimonios, aunque escasos, de piscinas privadas en Salamanca, como la que retrató Venancio Gombau. Ángel de Horna documentó también competiciones de natación en la piscina de Matacán en los años 50. De aquella época es el hotel Regio, levantado en 1950 por Marcelino Martín en Santa Marta, una de las instalaciones pioneras en la época moderna. Junto al establecimiento hotelero, el proyecto incluyó restaurante, sala de fiestas, camping y una zona de piscina, que fue de acceso público hasta hace poco.
AL AGUA CON ESTILO
Un hombre se lanza a la piscina en una residencia privada en Salamanca. Corrían los años 20.
La popularización de la cultura del ocio y la liberalización de las costumbres trajo en los años 60 la apertura de la piscina de la Alamedilla dentro del complejo deportivo (1964), de uso infantil, y, sobre todo, la de un recinto ya desaparecido y que dejo muy buenos ratos en la memoria de los salmantinos:las piscinas de Las Torres.
PREPARADOS, LISTOS...
Una competición de natación en las piscinas de los Reparadores en los años 60.
En la carretera de Madrid, a escasa distancia del comienzo de la carretera de Alba y donde hoy se encuentra la glorieta Llaves de la Ciudad, las piscinas de Las Torres disfrutaron de mucha popularidad en los años 60 y 70. Su construcción ya levantó expectación: meses antes de su apertura y con las obras ya casi terminadas, recibieron la visita fugaz del ministro de Información y Turismo Manuel Fraga Iribarne, inmerso en una maratoniana jornada de inauguraciones, como detalla César Hernandez en el blog «Salamanca en el ayer»: «Celebró en la capital un homenaje a Radio Nacional de España en su treinta aniversario, descubriendo una lápida de recuerdo de la efeméride en el Palacio de Anaya. Inauguró, además, las nuevas instalaciones que Radio Salamanca acababa de instalar en la calle del Prior y, tras la visita al complejo Las Torres, le fueron presentados en el Campo de Tiro dos nuevos proyectos que por aquellos días se ponían en marcha: el polígono industrial de El Montalvo y el polígono residencial del Tormes».
EN COMPETICIÓN
Pruebas de natación en la piscina de Matacan, en la década de los años 50.
DIVERSIÓN EN TEJARES
Este grupo de chicos y chicas se divertía en las piscinas de Tejares cuando llegó el fotógrafo a hacer un reportaje en junio de 1987.
Tras el paso fugaz del «león de Villalba», el recinto de Las Torres fue inaugurado el 20 de julio a las seis de la tarde con la correspondiente bendición. Tenía cuatro piscinas: una ovalada para el público en general, otra olímpica de 50 metros, una tercera para niños y otra climatizada de 25 metros que sería homologada al año siguiente. Además, dos gimnasios, parque infantil, una amplia zona ajardinada, restaurante y cafetería, según detallaba la crónica. Y menú del día especial a un atractivo precio: apenas 135 pesetas.
UN VALIENTE
Gran ambiente en el Regio en aquel dia de verano en los años 60. Un osado bañista ejecuta un visto salto desde la palanca.
Los salmantinos seguían teniendo el recurso del río; se remojaban en el embarcadero, bajaban a la playa de la Aldehuela o se desplazaban hasta la de «Benidorm» en Cabrerizos. En Las Torres había que pagar, sí, pero las familias de la pujante clase media salmantina de la época se lo podían permitir.Ala entrada, un detalle artístico: dos grandes esculturas de Venancio Blanco representando a una charra y a un tamborilero daban la bienvenida a los usuarios. Pasado el verano, la piscina climatizada acogió los Campeonatos Nacionales de Educación y Descanso masculinos y femeninos, y en los que participaron dieciséis provincias. Ese fue la verdadera puesta de largo de Las Torres.
DIVISANDO EL HORIZONTE
Tres bañistas, en el trampolín de las piscinas del Regio.
Para entonces, el verano salmantino ofrecía a los ciudadanos otras posibilidades de darse un remojón cerca de casa, en piscinas de colegios religiosos que permitían el acceso a los vecinos. Este era el caso de los Escolapios y los Reparadores en San José, entre otros. En 1970, tras la apertura del estadio Helmántico y su ciudad deportiva, la piscina al aire libre empezó a ser utilizada como recinto de baño veraniego. Pero Las Torres seguiría siendo la referencia.
AQUELLAS TARDES EN LAS TORRES
La piscina ovalada del complejo Las Torres, ya desaparecido, quedó en el recuerdo de muchos salmantinos.
Los nuevos aires en los ayuntamientos a finales de la década de los 70 e inicios de los 80 impulsarían por fin los primeros pasos en la red de piscinas de titularidad municipal. A las existentes del Helmántico y la Alamedilla y la del club social Campo de Tiro se incorporó en en el verano de 1982 las instalaciones de Garrido, en el norte de la ciudad. Llevaban meses terminadas, pero no se abrieron hasta el periodo estival, al mismo tiempo que se ponían en funcionamiento las piscinas de Buenos Aires- Tejares y la citada finca.
ACROBACIAS EN SAN JOSÉ
Tres chicos se lanzan a la piscina ante el fotógrafo de LA GACETA en la piscina de San José a mediados de los 80.
A lo largo de la década de los 80 irían abriendo el resto de instalaciones: Pizarrales, San José (anteriormente de los Reparadores), La Aldehuela y las piscinas de la Sindical, que pasaron a titularidad de la Junta y hoy se denominan «Rosa Colorado Luengo». Las instalaciones acuáticas han ido desde entonces renovándose y mejorando para atender la cada vez más creciente demanda de los ciudadanos. La mejor forma de generar buenos recuerdos para los salmantinos del futuro.
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