La orquesta que reivindica la esencia del directo: «Hemos tenido mucha suerte»
En una época donde se apuesta por la espectacularidad, Antonio Imaz, dueño y bajista del grupo 'Seven', apuesta por la importancia en el aspecto musical de las orquestas
Aurelio Peña
Salamanca
Martes, 19 de agosto 2025, 11:08
La historia de una orquesta no deja indiferente a nadie. Aunque se pueda tener la creencia de que la mayoría siempre mantiene un nacimiento similar, al final cada una sigue su propio camino y vive sus propias aventuras o desventuras en el tan complicado mundo de la música. Y por muy distintas que sean las experiencias, el destino sí es el mismo: poder trabajar en lo que más disfrutan, la música.
El relato del grupo musical de hoy no es diferente al del resto. Un día, unos amigos se juntan para crear su propio grupo y, con el paso del tiempo y de los años, poco a poco, por diferentes circunstancias de la vida, de ese grupo inicial acaba quedándose solo un miembro. En este caso, se trata de Antonio Imaz, bajista y dueño de la orquesta 'Seven'.
“No supuso un gran cambio, siempre me impliqué en la orquesta”, resalta Antonio en su transición de ser un miembro más a convertirse en el dirigente de la misma. Admite que hay ciertas tareas, como el tema de los impuestos, que resultan más laboriosas, pero no dejan de ser parte de sus hábitos del día a día.
“Las orquestas están perdiendo su esencia”, comenta Antonio ante el surgimiento de novedades como la realización de espectáculos cada vez más visuales o la introducción de nuevos gustos musicales acordes al público actual.
Él comprende que el público se renueve y que se introduzcan nuevos elementos dentro del escenario; sin embargo, cree que los espectadores aún siguen solicitando temas de toda la vida. Sumado a la aparición de las discotecas móviles, teme que se imponga una tendencia hacia lo visual y lo espectacular, dejando de lado lo más importante: la música.
Antonio concede gran importancia a este factor. Lo considera esencial, ya que se trata de eventos en directo, donde el eje central debe ser el buen cuidado del sonido de los instrumentos y de la voz de los intérpretes para garantizar el desarrollo óptimo del concierto y la sintonía con el público.
Otro aspecto de gran relevancia son los asistentes a sus shows. Antonio admite que, como grupo musical, deben adaptarse a la zona donde actúan, así como al horario: no es lo mismo un espectáculo de tarde que uno de noche, ya que esto influye directamente en el tipo de público presente.
“El público salmantino es fácil de entender”, explica Antonio al hablar de sus actuaciones en los pueblos de la provincia, donde nota una preferencia hacia una combinación de temas del ayer y de hoy, sin importar la edad. “Los jóvenes también piden clásicos de las fiestas”, destaca.
Además, añade que estos gustos varían según la zona. Por ejemplo, cree que en el norte existe una preferencia por las bachatas o estilos similares, aunque no considera que este factor sea determinante.
“Hemos tenido mucha suerte”, menciona Antonio acerca de sus experiencias en tierras charras durante los conciertos, destacando la gran disposición del público a lo largo de los espectáculos y la cercanía con la que los tratan.
Es importante que exista una buena sintonía para que tanto el grupo como los espectadores disfruten del concierto.
Al final, Antonio cree que lo más importante en una orquesta, y lo que la hace única, no es nada más ni nada menos que la música.